El Real Valladolid afronta su primera doble sesión en una jornada de trabajo intenso no solo en el campo, también en las oficinas, tónica que será general en esta pretemporada

Trabajo, trabajo y trabajo. Esa premisa está acompañando al Real Valladolid de Garitano desde que empezó a trabajar este lunes. Como no hay tiempo que perder, el técnico vasco ha demostrado que poner cuanto antes en forma a su plantel, esta vez, con una doble sesión, la del martes, más intensa que la toma de contacto del lunes y más calurosa también, debido al calor que azota a la ciudad.
Así, después de una sesión matinal en Los Anexos, el «currelo» pasó por la tarde al cerro de Las Contiendas, donde el nuevo entrenador sometió a un duro trabajo a sus pupilos… y donde dio ejemplo, puesto que se le vio trabajar con ellos, como en los dos entrenamientos previos, con un nivel participativo alto y una forma envidiable.
Según tuiteaba Mario Miguel, jefe de prensa del club, la frase que le ha acompañado en todo momento ha sido la de «todo el mundo a currelar», un lema que se pudo sobreentender en su primera comparecencia ante los medios de comunicación. Y como es el jefe, y al jefe hay que hacerle caso, así fue.
No solo sobre el césped estuvo la jornada marcada por el intenso trabajo. También fue así en las oficinas, donde se sigue trabajando a destajo en la confección de la nueva plantilla, en la del Promesas —que también ha empezado ya su pretemporada– o en la sala de prensa, con la presentación de la Grada 1928 o del venezolano Renzo Zambrano.
Tal y como reconoció Braulio en la puesta de largo del mediocentro ‘vinotinto’, aunque alejada, la continuidad de Túlio de Melo, que ha terminado contrato, es una opción. Como la salida de aquellos que no han empezado a trabajar con el nuevo jefe: Marc Valiente, Jesús Rueda, Zakarya Bergdich, Omar Ramos y Jeffren Suárez.