El portero ha sido el segundo jugador del Real Valladolid que más partidos ha disputado en la Liga Adelante y ha rendido a buen nivel

Si ha habido un puesto fijo, dentro del campo, esta temporada en el Real Valladolid ese ha sido la portería. Javi Varas se hizo dueño y señor de ella en la Liga Adelante desde su llegada, ya que solo se ha perdido cuatro partidos –incluido el play-off–. Este hecho no ha permitido a sus rivales disputar demasiados encuentros. Dani Hernández, ahora en el Tenerife, logró jugar seis –tres de ellos en Copa–.
La portería es el puesto más importante en un equipo de fútbol. Un guardameta te puede dar siempre un punto, si mantiene su arco a cero. Por ello, cuando Varas aterrizó en Zorrilla transmitió la tranquilidad de que esa posición iba a estar bien cubierta. Y así lo ha demostrado, siendo el segundo jugador más rentable de la plantilla.
Tuvo un comienzo dubitativo, fruto de la falta de partidos el curso anterior. Y lo pagó. En su debut se le notó nervioso y acabó cometiendo un penalti por el que vería la roja directa. Pero, pese a ello, no tardó en hacerse fuerte y con el control del área.
Poco a poco empezó a realizar grandes intervenciones y a salvar al equipo con ellas. De hecho, dejó su portería a cero diecisiete ocasiones, por lo que su media de goles encajados por encuentro no llega a uno. Concretamente ha recibido 34 en 41, por lo que el resultado es de 0’83.
Ha sido el jugador de la primera plantilla con más minutos en la Liga Adelante, el segundo que más partidos ha jugado —Óscar participó en uno más– y también ha logrado la plata, compartida con Peña, incluyendo la Copa del Rey. En esta competición solo disputó la primera eliminatoria frente al Sporting de Gijón, pero el conjunto asturiano le batió en aquella ocasión.
Su regularidad ha sido la mayor virtud del sevillano. A sus 32 años, ha demostrado ser un cancerbero curtido en mil batallas. Ese grado de veteranía también ha sido importante en algunos tramos de la temporada. Aunque también es cierto que su mayor defecto estaba en el juego de pies, cada vez más importante en los porteros. Pero en esta vida no se puede tener de todo, y seguramente si él lo tuviera no habría llegado a Valladolid.
Las pocas opciones del resto

El buen rendimiento de Javi Varas ha dejado pocas oportunidades a los otros porteros que ha tenido el Pucela esta temporada. Al principio, antes de su llegada, Dani Hernández era la primera espada y, por ello, jugó los dos primeros partidos y en la cuarta jornada, por la expulsión del sevillano contra el Racing de Santander. Además, fue el guardameta de la Copa, puesto que defendió el arco en tres de los cuatro encuentros.
Por otro lado, lo más destacable en cuanto a la portería ha sido el debut de Julio. El cancerbero del Promesas tuvo su recompensa al trabajo bien hecho durante las últimas temporadas, al salir al césped de Zorrilla tras la expulsión de Varas en la tercera jornada. Un estreno que pudo ser perfecto si hubiera detenido el penalti, una de sus especialidades. No lo logró, pero a buen seguro jamás se le olvidará ese momento y continuará creciendo.
Raúl Fernández fue el último en pisar Zorrilla. Vino para suplir la baja de Dani Hernández y consciente de cuál iba a ser su rol. No dejó de trabajar desde su llegada y, en la última jornada, Rubi le premió con la titularidad frente a la UE Llagostera. Un buen profesional que no tuvo un debut esperado como blanquivioleta.