Carlos Suárez mostró ante los medios de comunicación su disconformidad con el parón indefinido anunciado por la RFEF a partir del dieciséis de mayo
La bola sigue girando bajando por la ladera de la montaña. Allá por febrero, la Federación de Castilla y León de Fútbol y otras federaciones regionales llevaron a cabo un cierre patronal que, entre otros aspectos, tenía como fin el responder a un Real Decreto-ley que todavía estaba pendiente de ser redactado y aprobado. Una vez ha sido aprobado, ahora es la Real Federación Española de Fútbol la que ha decidido plantarse, tal y como cabía prever.
Por aquel entonces, aunque la práctica totalidad de los equipos que defienden el escudo del Real Valladolid se vieron afectados, su presidente y máximo accionista, Carlos Suárez, no alzó la voz. Sí lo ha hecho en esta ocasión, mostrándose abierta y decididamente en contra de la decisión de la RFEF de convocar una huelga indefinida, que tendrá como comienzo el próximo sábado dieciséis de mayo.
«Entendemos que no es legal. Creo que una huelga tiene que ser cuando se conculcan los intereses o los compromisos acordados con un sector en base al convenio, y aquí cumplimos con todo lo que se ha prometido. No entendemos cómo la AFE ha pedido a la RFEF que convoque esta huelga«, comenzó exponiendo el máximo mandatario, tirando a dar, seguramente a sabiendas de que el siguiente paso era el ya dado por el sindicato de jugadores, secundando el parón.
En opinión de Suárez, la huelga «es inmoral» y «no se está ajustando a la verdad» ni transmitiendo la información de manera clara y específica a los jugadores, sino que se está atacando a la norma «sin especificar en base a qué», cuando, a su modo de ver «el Real Decreto que se ha aprobado es social, justo y equitativo».
Tachó la medida «de boicot» y dijo no entender «que se posicionen en contra de uno de los éxitos más importantes del fútbol español en los últimos quince años«, sin agotar «las vías de diálogo» previamente, en una cuestión, además, que atañe únicamente a los derechos de las entidades deportivas, ya que «no hay ningún titular más de esos derechos que los clubes».
El dirigente se remontó al pasado para recordar que en su día los clubes decidieron que fuera la Federación quienes gestionasen de buena fe los derechos televisivos, aunque explicó que eso fue simplemente una cesión, que no es óbice para que siguieran siendo los titulares. «Si no hubiéramos sido titulares, no habríamos vendido esos derechos. Pagamos a los jugadores por ellos y por eso los vendemos», argumentó.
«La AFE siempre está buscando la confrontación,
el chantaje y la amenaza
El dedo acusador de Carlos Suárez se dirigió en varias ocasiones a la AFE. El presidente del Real Valladolid no entiende que «si quieren tener una asociación más fuerte, que pongan en ella parte de sus ingresos». En el nuevo reparto, viene recogido que percibirán un 0’5% de los derechos de televisión, porcentaje que estima unos cinco millones de beneficios si se venden por mil, cantidad mínima aproximada que esperan alcanzar en una primera venta.
Sin embargo, el sindicato de jugadores reclama un uno por ciento, entendiendo esa partida escasa, aun cuando actualmente reciben 5’2 millones, a los que hay que sumar otros 2’3 por el convenio de colaboración entre entes y un millón más del partido que anualmente juega la selección a beneficio del colectivo.
Suárez reiteró que la nueva norma es «tan social y solidaria» que no cabe «entrar a discutir porque unos quieren más dinero, cuando el sesenta por ciento de los ingresos del fútbol van destinados a los jugadores» y esa normativa recoge partidas para el fútbol femenino o la Segunda División B, por ejemplo.
Instó a Luis Rubiales y su directiva a trabajar para conseguir «líquido» y a no lamentarse a destiempo. «Durante todo este tiempo hemos podido ponernos de acuerdo y nos hemos olvidado de intentar aportar más. Ahora no podemos llorar como mujeres lo que no hemos podido defender como hombres y menos en este caso; el Real Decreto no es que sea bueno para el fútbol, es que es buenísimo«, reiteró.
Y el problema, en el caso del sindicato, es que no es la primera huelga que plantea. «Desde la creación de la AFE en 1977 hasta 2010 hubo cuatro huelgas. Desde entonces hasta hoy llevamos tres, en un periodo de un 16% con respecto al anterior. Están siempre buscando la confrontación, el chantaje y la amenaza, y no puede ser», dijo alto y claro.
«La RFEF debería aceptar el decreto»
Para que todo esto fuera posible, los dos grandes del fútbol patrio han tenido que ceder en pos de la igualdad y el crecimiento de la Liga. Un esfuerzo que cree que, por ahora, no está lo suficientemente valorado. «Nosotros lo que queríamos era que regulasen el reparto. Habiendo decreto-ley, no podrán decirnos que Real Madrid y Barcelona se quedan con todo el dinero del fútbol. Han hecho el esfuerzo de decir ‘que nos regulen y nos ponemos todos de acuerdo’. La RFEF debería aceptar porque los clubes estamos de acuerdo«, opina sobre esta cuestión Suárez.
No es esta la única razón a la que alude. O, dicho de otra manera, no están los clubes de acuerdo porque sí, sino porque entienden todos que «es bueno para el fútbol», como el presidente dijo varias veces. Ahondando en el tema de la RFEF, alegó que además «será uno de los que más van a gestionar proporcionalmente. Pasan de 15 a 35 millones que irán in crescendo, y sin tener en cuenta el fútbol aficionado y femenino. Con su posición, tendrían que estar de acuerdo y con el tiempo ir mejorando su posición», como se cree que harán Barça y Madrid.
Al margen del perjuicio que puede causar el retrasar la competición con una huelga, al que hizo referencia también Rubi, su máximo mandatario cree que la convocatoria está «forzada» y sin conocer «la opinión de los vestuarios». «Espero y creo que no se llegará a una situación como esta», confirmó un Carlos Suárez que no quiere ver mala fe ni ansias de vendetta en Ángel María Villar por rencillas personales.
Con todo, confía en que acaben imperando «la lógica y la sensatez», dado que «esto tiene poco sentido y poca lógica». Y prosiguió con a defensa a ultranza del Real Decreto. «Si lo coges artículo por artículo, probablemente todos tengamos pegas, pero en su conjunto es un gran trabajo del Gobierno, del Comité Superior de Deportes y del Ministerio de Cultura y Deporte. Las asignaturas hay que aprobarlas en general; si tienes un cinco y un tres sacas un cinco, que es lo que interesa. Lo mejor para todos es que las cosas lleguen a buen puerto«, zanjó el presidente del Real Valladolid.