El zamorano es el máximo goleador del filial blanquivioleta, aunque está todavía lejos de mostrar su mejor versión en Los Anexos
Cuando se hizo oficial el fichaje de Jorge Hernández por el Promesas, a la capital del Pisuerga iban llegando las maravillas que el delantero zamorano hacía con el esférico. Tanto era así, que desde el comienzo de la temporada, Rubi contó con el jugador en sus planes para el primer equipo.
Estaba cómodo y así lo plasmaba en el campo, dejando ver que todo lo que se comentaba acerca de su juego era verdad y que, de ahora en adelante, serían los pucelanos los que iban a recibir alegrías gracias a sus goles.
Y lo cierto es que goles ha habido, pues a día de hoy Jorge es el máximo goleador del equipo dirigido por Rubén de la Barrera, pese a no haber jugado todos los partidos. Alternó convocatorias con el filial y el primer equipo, hasta que la primera plantilla se reforzó.
De hecho, durante las veinte primeras jornadas, no estuvo presente en ocho ocasiones. Muchos de los nueve tantos que llevan su firma han sido vitales para que el filial se llevara la victoria o arañara algún punto.
Durante esa primera vuelta, en la que tuvo menos presencia por las circunstancias comentadas, anotó cinco goles y regaló dos más a sus compañeros, gracias a las dos asistencias que guarda en su haber. Está cerca de alcanzar la cifra lograda, pues en la segunda vuelta lleva acumulados cuatro tantos.
Pese a ello, lo cierto es que el jugador está tratando de reencontrarse a sí mismo en un mal momento que atraviesa, si bien no en cuanto a olfato goleador se refiere sino a su ausencia sobre el terreno de juego. A menudo parece ausente, sin apenas generar peligro en el área y sin ayudar en labores defensivas a sus compañeros. No parece que esté al cien por cien y solo aparece para los goles. Quizás sea porque con la calidad que atesora, le es suficiente.
Pero se le pide más, principalmente porque tanto cuerpo técnico, como compañeros y aficionados al Promesas, saben que puede darlo. El propio Rubén de la Barrera ha reconocido que se está tratando de recuperar al jugador. Tan solo es cuestión de que se lo empiece a creer y haga que crean en él.