El jugador, que actualmente milita en el Albacete, llegó como una gran promesa al Real Valladolid en el mercado de invierno de la temporada 2009/10

La historia de Sergio Gontán como futbolista es como el argumento de cualquier película de amor, contada al revés. Un gran jugador, que tenía todo a su alcance para poder romperla pero que finalmente se fue diluyendo. Producto del buen trabajo de la cantera del Cerro del Espino, actualmente milita en el Albacete, donde se vuelve a sentir futbolista.
Para ponerse en situación, hablaremos primero del Keko canterano. De esa joya de la que se hablaba cuando militaba en las categorías inferiores del Atlético de Madrid, y que deslumbraba a todos los que le veían jugar. Un extremo derecho que parecía sacado de un patio de colegio.
Capaz de sortear y driblar a los rivales que salían a su paso, todos los que le veían hablaban maravillas de él. No es para menos, Keko es el futbolista más joven en debutar con el primer equipo rojiblanco. Lo hizo el veintinueve de octubre de 2009, con dieciséis años y 307 días, en un partido de Copa del Rey ante el Orihuela.
Su precocidad, sumado a su buen rendimiento con el filial y con España sub 17 –con la que fue campeón de Europa–, le llevaron a ser una posibilidad del Real Valladolid para el mercado de invierno de esa mismo temporada, para sustituir una banda que Sisi había dejado coja con su lesión, ya que Nauzet no terminaba de convencer ni a Mendilibar ni a Onésimo.
Keko, con ficha juvenil, estaba preparado para el reto. Acostumbrado a rendir a un buen nivel, y a estar en boca de los aficionados atléticos. Muchos de ellos le ponían por delante de otro canterano con nombre parecido, Koke. Un nombre muy parecido el de ambos futbolistas, y que frecuentemente eran objeto de comparaciones. En todas ellas parecía que la afición se decantaba por Sergio Gontán, en vez de por Jorge Resurreción. En cuanto a progresión, a Keko se le comparaba con De Gea u otras grandes promesas de la fábrica rojiblanca, que podían incluso llegar a ser importantes en el futuro para la selección española.
Quizás por eso no sorprendió que rápidamente se hiciera con un hueco en el once titular, pero para la desgracia de Sergio Gontán no tuvo la continuidad necesaria para ser un hombre indiscutible en el conjunto blanquivioleta. Convocatorias con las selecciones inferiores de ‘La Roja’ le obligaron a ausentarse del grupo varias jornadas, por lo que, por ejemplo, contra el propio Atlético de Madrid no se ejecutó la cláusula que le permitiera jugar frente al equipo que poseía sus derechos.
En aquella temporada en el José Zorrilla, Keko fue desapareciendo poco a poco. Sumó 527 minutos repartidos en cuatro encuentros, que disputó como titular –dos de ellos nada más llegar–, y multitud en los que aportó como hombre de refresco, para aprovechar su velocidad y frescura en los últimos minutos. En Valladolid no fue imprescindible, ya que tampoco era el rol de un jugador de apenas dieciocho años. Muchos pensaban que la mala dinámica del grupo habría influido para que Gontán no brillase en demasía, pero lo cierto es que Keko no volvió a brillar.
El futbolista disputó la siguiente temporada en dos equipos, ambos de la Liga Adelante. Primero lo hizo en el Cartagena, equipo que le seguía y que apostó fuerte por la cesión del canterano rojiblanco. En el equipo blanquinegro se esperaba el rendimiento de un futbolista que entró en la historia del Atleti por ser el canterano más joven pero era demasiado peso para Keko, que en el mercado de invierno salió por la puerta de atrás del Efesé.
Se cerró una puerta a la par que se abría otra. Era el turno de intentar romperla en el Girona, pero en el conjunto catalán sumó aún menos minutos que en el cartagenero, por lo que Keko cerró la temporada 2010/11 con muy malas sensaciones, rompiendo los esquemas que había trazado con sus internacionalidades españolas con la sub 16, sub 17, sub 18 y sub 19.
Fuga de talento
Por ello, el Atlético de Madrid decidió no renovar al futbolista, al cual le tocó tomar una decisión arriesgada. Nuevo equipo, nuevo país, nueva liga. Sergio Gontán fichó por el Catania de la Serie A, equipo en el que estuvo tres temporadas. Corrijo, prácticamente estuvo una y media. Fichado como pieza clave de un nuevo proyecto deportivo del equipo italiano, firmó un primer año en blanco. El Catania le desplazó al equipo de los reservas, lo que le alejó de participaciones en el primer equipo azulgrana.
Su suerte en el segundo año no parecía cambiar. Cuatro partidos en los que sumó 171 minutos. Un balance bastante pobre para un jugador que prometía poder ser una referencia en el fútbol nacional. Una situación que parecía condenada al acuerdo de abandonar la entidad, pero finalmente Keko disputó un tercer año algo convulso. Por fortuna, volvió a jugar, pero no lo suficiente.

Una cifra cercana a los mil minutos fue lo que Gontán tuvo la suerte de poder participar con el Catania. Todos ellos repartidos en diez partidos en los que dejó buenas sensaciones, pero en los que no encontró la regularidad necesaria para que un futbolista de su edad pudiera seguir creciendo. Con el descenso del equipo italiano, Keko se desligó del Catania. Fin a una etapa desastrosa, en la que incluso se planteó dejar el fútbol. Tocaba volver a casa.
En ese camino por estar de nuevo en España se cruzó el Albacete. Un equipo recién ascendido a la Liga Adelante y en el que Keko ha podido de nuevo sentirse futbolista. Con regularidad y buenas actuaciones, el extremo derecho está siendo una baza importante en el ataque manchego. Veintiún partidos jugados en los que ha anotado dos goles, y sobre todo, con ilusiones renovadas de volver a ser ese futbolista que se presumía mejor que Koke. Menudo juego de palabras. Todos sabemos dónde ha llegado Koke, veremos si Keko está aún a tiempo de alcanzar a su antiguo compañero.