El conjunto soriano se dio a conocer en España en la temporada 1995/96, en la que se coló entre los grandes en la competición copera
CD Numancia de Soria. Año 1996. Muy pocos aficionados al fútbol conocían a este equipo, a mayores de que se trataba de una desaparecida población celtíbera situada a siete kilómetros de la actual Soria, concretamente al norte de la capital.
Ese orgullo numantino se plantó nada más y nada menos que en el Camp Nou, sí, en Barcelona, donde aquella temporada jugaban hombres como Guardiola, Bakero, Abelardo, Luis Figo y un largo etcétera de estrellas que a más de uno les hacía temblar. Todo ello manejado por un tal, Johan Cruyff. Un menú conocido como ‘Dream Team’, que había deslumbrado al mundo entero con su juego de dibujos animados.
Por aquel entonces el Numancia militaba en Segunda B. Lo entrenaba Miguel Ángel Lotina, que solo crecería desde entonces. El Estadio de Los Pajaritos, el antiguo, era un campo con pista de atletismo y con dos gradas. Mucha gente no lo recordará, pero era el típico estadio de la categoría de bronce. Pues en ese campo jugó el FC Barcelona aquel año 1996.
En aquel exitoso curso, los rojillos comenzaron su periplo en Copa del Rey frente al San Sebastián de los Reyes, al que ganó por cero a dos, certificando su pase en Los Pajaritos. La siguiente ronda se enfrentó a la Real Sociedad, equipo de Primera División. Todo parecía indicar que el periplo de los sorianos había llegado a su fin, pero nada más lejos de la realidad.
El equipo ‘txuri urdin’ cayó por dos a cero en el irreductible coliseo numantino. El partido de vuelta tuvo peor resultado para el Numancia, es más, la Real empató la eliminatoria y la lotería de los penaltis dilucidó que el Numancia pasaría de ronda. En dieciseisavos de final le esperaba el Racing de Santander. Otro Primera.
En Soria, el empate a cero fue el marcador final. Es posible que los aficionados pensasen «venga, ya valió la broma, partido en El Sardinero y para casa» –entre los que se incluye quien escribe–. Pues no. El Numancia ganó cero a uno y se metía en octavos de final.
Allí le esperaba un Sporting de Gijón, que militaba también en la Primera División. Los Pajaritos fue testigo de un dos a uno en la ida y El Molinón de un empate a cero que catapultaba a los numantinos, cual guerreros celtíberos, a la conquista de Barcelona.
A por el Barça
El Numancia se metía entre los ocho mejores equipos de la Copa del Rey, y su rival sería el ‘Dream Team’, nada más y nada menos, que aunque estaba en el ocaso de su exitoso periplo, seguía contando en sus filas con jugadores de talla mundial. Y la noticia, claro, saltaba al panorama nacional.
Un equipo de Soria se había colado en cuartos de final de Copa. Su éxito no tenía parangón y, durante semanas, la ciudad se convirtió en el epicentro de la opinión futbolera, con todo lo que eso conlleva, tanto a nivel deportivo, como económico para una población como la soriana.
De hecho, el viejo estadio numantino, recibió una mano de chapa y pintura para así vestirse con sus mejores galas. Y la ocasión lo merecía, pues no todos los días lo visitaba tan dignos rivales. Se pusieron gradas supletorias y el partido se iba a retransmitir, en directo, por televisión. Lo que ahora nos parece algo habitual, en aquella época, todavía no era lo normal, no había fútbol todos los días por televisión.
Un servidor no daba crédito a lo que estaba sucediendo. La propia Infanta Elena presenció el choque en directo. En el primer minuto, el Numancia se adelantó en el marcador con un gol de Kike Alonso. El uno a cero fue el resultado hasta el descanso.
Se ve que a Cruyff no le debió gustar nada lo que estaba viendo, y el conjunto azulgrana salió con otro ‘aire’. El Barcelona impuso su calidad y puso el uno a dos y remontó. Cuando parecía que los culés se iban para casa tranquilamente, apareció Movilla, un jugador que años más tarde jugaría en el Atlético de Madrid, Rayo o Real Zaragoza, entre otros, marcó el dos a dos definitivo. Una vez más, el orgullo numantino, salió a escena.
El resultado hizo mucha ‘pupa’ en Can Barça. Los medios de comunicación catalanes vieron en el conjunto numantino un peligro real, teniendo en cuenta el bagaje copero del CD Numancia durante el curso y debido a que llegaba con vida al Camp Nou, con verdaderas posibilidades de poder realizar una ‘machada’ histórica.
Soria estaba, más todavía, en el foco mediático del momento. Todo el mundo hablaba del Numancia y de su heroicidad. Con todo, lo más curioso fue cuando los jugadores rojillos salieron al Camp Nou, ya que el propio Raúl Ruiz grabó una especie de documental con una cámara doméstica.
Realizó un vídeo desde la salida de Soria en autocar, pasando por el hotel y hasta la salida al campo, para ‘reconocer’ el terreno. Un terreno que todos habían visto por televisión, pero que ninguno había podido pisar en natural. Este vídeo hizo saltar su popularidad, hasta tal punto que actualmente es comentarista de los partidos de Liga Adelante en Canal Plus.
El partido comenzó. El Numancia aguantó veinte minutos. Ese fue el tiempo que tardó el Barcelona en empatar la eliminatoria. Pero los jugadores sorianos no desfallecieron. Continuaron su lucha y la irreductible Nunancia aguantó todo lo que pudo. Al final el conjunto azulgrana se impuso por tres a uno, desbaratando el sueño de un equipo humilde que, motu proprio, se ganó el aplauso del Camp Nou y el reconocimiento de toda la afición en España.
Corría el catorce de febrero de 1996, cuando un club humilde como el soriano, enamoró al mundo del fútbol.