El Real Valladolid volvió a desnudar sus carencias y algunos jugadores dejaron imágenes muy irritantes

Foto: LFP
Ha llegado a Valladolid la sensación de que cada partido fuera es un drama. Va el Pucela a cualquier estadio y piensas que puede ganar, pero también que puede salir sacudido. Vislumbras varios desenlaces, ambos igual de probables, como en ‘The Last Of Us’ cuando vas sigilosamente manejando a Joel y piensas que el final puede bailar entre la muerte de Ellie o una salvación hollywoodiense.
A ello hay que sumarle la imagen de varios jugadores que empiezan a quedar muy a menudo en evidencia. Algunos por cuestiones futbolísticas y otros por tener la mentalidad de Guti, pero jamás su talento. Peña y Jonathan Pereira son dos claros ejemplos. El primero enseña demasiadas facilidades a los rivales y el segundo parece un infantil con estatura de alevín y edad de aficionado.
A Peña habría que decirle que el pundonor y el sacrificio no lo son todo en el fútbol. Menos todavía en el fútbol actual, tan físico y a la vez tan técnico. Hay muchas jugadas en las que llega tarde, mal y nunca. Ante el Betis tiró los fueras de juego cuando ya había empezado el ‘Multicine’ de Antena 3 y apareció en los cortes cuando María Teresa Campos daba paso al primer invitado en ‘Qué tiempo tan feliz’.
Su caso es parecido al que sufrimos con Javi Baraja. Futbolista implicado, siempre buscando dar el máximo, pero cuyo nivel no es suficiente para un Real Valladolid sometido a máxima presión. Peña está para ratos contados, encuentros de segundo orden y ventajas cortas que necesiten un Pucela metido algo más atrás.
En el otro lado está Jonathan Pereira. El ‘loco bajito’ ha demostrado tener una calidad notable y un manejo espectacular de los espacios, aunque todo ello se ahoga cuando decide exhibir su faceta más gris. En Tenerife fue expulsado –justa o injustamente, eso ya da igual– por no saber controlarse. Ante el Betis, cuando fue sustituido, se le ocurrió regalarle sonrisas y gestos cómplices a varios futbolistas rivales.
¿Tanto cuesta esperar al pitido final y el ‘Off’ de las cámaras? ¿Tanto cuesta respetar a tu afición? ¿Tanto cuesta aparentar que te duele lo que está ocurriendo? La mujer del César no sólo debe serlo, sino parecerlo. Ponerte de ‘colegueo’ con los jugadores del Betis mientras el Pucela está siendo barrido no es lo más adecuado. Le faltaba la caña y el pincho de tortilla. Por suerte, ambas cosas las tenía yo en el bar desde el que veía la masacre.
Rubi, cuyo trabajo me sigue pareciendo bastante bueno, tiene ahora dos problemas: el lateral izquierdo y la mentalidad de algunos. Quizá más delicado el segundo que el primero, ya que el Valladolid es experto en resbalar hacia la cuneta por culpa de las tinieblas que se presentan en el vestuario cuando varios pierden la brújula. Ojalá la etapa de Pelé, Nivaldo y compañía quede como un doloroso recuerdo y no como un episodio piloto.