Rubén de la Barrera valora de forma positiva la victoria conseguida ante el Zamora gracias al tanto de Ángel y augura una segunda vuelta complicada, en la que lo importante será conseguir la permanencia cuanto antes

El Real Valladolid Promesas se asienta en la séptima posición con 33 puntos gracias a la última victoria conseguida ante el Zamora. Para su técnico, Rubén de la Barrera, es una buena posición y una puntuación elevada y vaticina que en función de los puntos que sume su equipo en los cuatro próximos partidos hablarán de objetivos cumplidos y por cumplir.
«Supuestamente, con doce más la permanencia está garantiza», asegura, «pero hay que sumarlos». El gallego quiere llegar a la cifra de cuarenta lo más rápido posible para así intentar en el ecuador de la segunda vuelta «luchar por otras cosas». Para lograr la última victoria, el filial blanquivioleta tuvo que luchar durante todo el partido incluso contra una serie de condicionantes que, valga la redundancia, condicionaron el envite.
En ese sentido, valoró la climatología zamorana como algo «complicado» para los chicos, al igual que tener que competir en un estadio como el Ruta de la Plata. «No es lo mismo jugar en casa que fuera, con la necesidad de puntuar y queriendo intentar asentarnos y estabilizarnos en la parte alta de la clasificación», puntualizó.
Sobre el encuentro, destacó que su equipo tuvo las ocasiones más claras para haberse puesto en varias ocasiones por delante en el marcador. «Ha sido un partido en el que juego ha habido poco». Quiso destacar que la línea defensiva lo hizo «francamente bien» y explicó que, durante el último cuarto de hora, ante posibles apuros atrás, decidió incrustar a Fran No para reforzar la zona central.
Entiende que por las necesidades del partido, sus jugadores tenían que adaptarse y a ampliar sus propias posibilidades, dado que algunos «no están acostumbrados» a cometer las conductas requeridas. En el momento en el que el filial no tenía circulación, que es lo que aporta Dani Espinar, dio entrada a Anuar pues el interés era captar rechaces, ayudar a Fran No y lanzar contras en conducción. «En ese contexto, tenemos que controlar recursos como el balón parado, que afortunadamente nos han dado los tres puntos», aseveró el gallego.
El técnico también tuvo palabras para Jorge Hernández, jugador que regresaba a casa y que se enfrentaba a los que hasta la pasada temporada fueron sus compañeros. Reconoció estar contento, aunque no fue su mejor encuentro. «El Zamora es un equipo complicadísimo de mover. Lo complicado habría sido encontrar las ventajas que conseguimos en la ida», contexto en el que el exrojiblanco no pudo brillar en exceso.
Partía con la idea de que debían encontrar espacios por donde progresar debido a que los zamoranos «se juntan bien» y defensivamente presionan, generando la capacidad para transitar rápido. «Presumíamos que iba a estar cerrado, decidimos acercar a Toni para que se decantasen por uno o por otro o, si lo hiciesen por los dos, para progresar por fuera», explicó, si bien se notó que a Ángel, que jugó como lateral, le faltó la profundidad de otras veces.
Entre otros aspectos, destacó la ausencia de Sekou, en el once, pese a su protagonismo en el último partido en Los Anexos. Tal y como asegura De la Barrera, el delantero hizo dos goles «en un contexto puntual», ante un Astorga que «estaba sometido» porque el filial cargó el área con muchos jugadores y envíos. El enfrentamiento ante el Zamora tenía otras necesidades, que no podía ofrecer. «Dani Vega, Jorge, Javi Navas y Toni podían generar ventajas que Sekou no nos iba a habilitar», reconoció.
Precisamente Dani Vega, juvenil, jugó en su lugar, como otras veces. No fue el de Sekou el único caso de un senior relegado por un jugador que partía por debajo a principio de curso. También sucedió con Jordán y Dani Hernández. El gallego dijo que confía «muchísimo» en el meta palentino y añadió que, como viene diciendo desde su llegada, no tiene «ningún problema» en dar la oportunidad a los juveniles. «Si demuestran que están en condiciones de jugar, van a hacerlo aunque su competidor sea senior», confirmó.
Lo que Rubén de la Barrera tiene claro es que en la segunda vuelta el filial tendrá desplazamientos complicados y sus rivales tendrán sus objetivos en mente. Asegura que hay campos complicados como las visitas al Reino de León, a San Lázaro, la Condomina o el Tartiere, estadios «de primer nivel». Será, por lo tanto, una prueba para sus pupilos, que hasta el momento, han superado con nota.