El técnico del Promesas se muestra satisfecho con el trabajo de sus jugadores en un partido que considera que no deberían haber perdido

Al finalizar el encuentro entre Promesas y Murcia, aficionados y jugadores pimentoneros al margen, Los Anexos estaban repleto de caras de enfado e incredulidad. Un pensamiento cruzaba la mente de todos los presentes equipados con algo blanquivioleta, «el resultado es injusto». Injusto por las formas, por los minutos, por el planteamiento y por la actitud. El entrenador del filial blanquivioleta, Rubén de la Barrera, expresó en voz alta ese pensamiento unánime. «No deberíamos haber perdido», fue la primera frase que pronunció en la posterior rueda de prensa.
Los motivos son claros, y él también. «A pesar de los condicionantes que se iban poniendo en nuestra contra supimos reaccionar bien, tuvimos el control», resumió. Considera que sufrieron «menos de lo esperado», por lo que quiso alabar la actitud del equipo a pesar de la derrota. «Se ha hecho un gran partido ante un gran equipo», dijo, antes de lamentar las acciones que hicieron que el partido se les pusiese en contra. «Tú convives con ellas, el equipo se repone, no sufre, lo hace bien, se adapta… pero dos errores nuestros permiten hacer llegar la pelota fuera, un envío y el posterior gol», finaliza.
El minuto que marcó un antes y un después en el devenir del partido fue el 57 en el que Ayub cayó encima de un jugador murciano, pisándolo, y el árbitro lo expulsó, creyendo que había sido algo intencionado. «La expulsión ha afectado al equipo por el momento y el minuto en el que se produce, pero aún así el rival apenas te encuentra espacios por donde sacar ventaja», comentó el gallego.
Explicó que, tras el gol de Rubén Sánchez, el Murcia tuvo dos contraataques en los que pudo ampliar su renta, pero se queda con el trabajo de su equipo en los minutos anteriores. «En el cómputo general, todo lo que ha ocurrido antes de la expulsión nos ha dejado a nosotros más cerca de la victoria que a ellos», ponderó, y siguió explicando que, tras la expulsión de Ayub, «el partido siguió por los mismos derroteros».
Para acabar, informó del estado en el que se encontraba Ángel. «Está ingresado y consciente, afortunadamente se ha quedado en un susto», tranquiliza. El jugador madrileño ha recibido el alta este mismo lunes y ya se encuentra descansando en su casa.