El Burgos CF recibirá en El Plantío, que cumple su cincuenta aniversario, al Valladolid Promesas después de un titubeante comienzo de campaña
Lejos quedan las históricas tardes vividas en El Plantío. Durante seis temporadas, la ciudad de Burgos vivió el fútbol de máximo nivel. Diecinueve más en la segunda categoría nacional, pero todo eso queda muy atrás.
Desde la temporada 2001/02, el equipo de la ciudad del Cid no participa en la Liga de Fútbol Profesional. Fue un verano movido para los blanquinegros, que terminaron descendiendo en los despachos a Segunda División B para militar en el Grupo III, algo similar a lo que ocurre esta temporada con el Real Murcia.
Pero no fue el fondo para los burgaleses. En dos ocasiones descendió el equipo a Tercera División, durante cuatro campañas militó en la categoría regional, conquistando en tres ocasiones el campeonato liguero. Actualmente, cumple la segunda campaña consecutiva en Segunda División B, después de finalizar en una meritoria décima plaza en la última temporada.
El grueso de la plantilla se resquebraja
Ramón María Calderé fue el encargado de llevar desde el banquillo al Burgos a la tercera división del fútbol nacional. El propio técnico fue capaz de mantener a los blanquinegros en la categoría, haciendo soñar a los aficionados con una posible entrada en los play-off de ascenso. Pero en el mes de abril anunció que no continuaría al frente del conjunto la siguiente temporada. Fede Castaños, que sustituyó a Pepé Calvo en la Arandina a mitad de campaña, fue el elegido para hacerse cargo del equipo burgalés.
Pero no fueron los únicos cambios. Se decide renovar a solo siete jugadores con respecto a la temporada anterior. Fernando Carralero, Mikel Aurreko, Dani Guillén, Andrés González, Gabri Ortega, Enric Maureta y Moke son los únicos jugadores que siguen vistiendo la elástica blanquinegra.
Foto: Aúpa Burgos
De esta forma se le da la baja a catorce jugadores: Dani Burgos (Burgos Promesas), Gallardo (Sporting Clube de Goa), Sergio Torres (Lucena), Héctor (San Fernando), Joaqui, Terrón (Conquense), Xavi Moré (CD Palencia), Arkaitz Ruiz (Zamora), Gerica (Caudal de Mieres), Pacheta (Peña Deportiva), Abdón Prats (Mallorca B), Cerrajería (Barakaldo), Rodrigo (Toledo) y Betancort (Alcorcón B).
La entidad, como le ocurre a otras muchas en esta categoría, se encuentra en una situación complicada y por ello la llegada de jugadores se produce con cuentagotas. Prácticamente, hasta la semana previa al inicio del curso, no se dio por cerrada la plantilla.
A Burgos llegaron un puñado de refuerzos: Antón de Vicente (Celta B), Itxaso (R. Unión), Cristian López (Huddersfield), Quesada (Reus), Beñat Alemán (Lleida), Manu Torres, Jorge Sáez (Getafe B), Álex Cruz (Llagostera), Javi Hernández (Ourense) y Gabri Gómez (Sant Andreu). Además, volvió el meta canterano Álvaro del Val y se hizo ficha al juvenil Sergio Esteban y a Chema Zamora y Germán, del filial.
Malas sensaciones en pretemporada
La preparación de la temporada no dejó buenas sensaciones en el seno del club. Dos victorias y tres derrotas despertaron las alarmas. Ante el Sestao River, con dos semanas de preparación, llegó el primer duelo amistoso. Vascos y burgaleses empataron a cero. En los penaltis, los norteños se llevaron el Trofeo de Medina de Pomar.
Llegarían las alegrías a Burgos, aunque bien es cierto que la primera fue ante un equipo de perfil bajo del Grupo VIII de la Tercera División como es el Burgos Promesas. Sin apenas oposición, el equipo blanquinegro obtendría la victoria por 1-7. Solo tres días después, el conjunto burgalés afrontaba un nuevo partido. Ante el Numancia, los blanquinegros consiguieron vencer por un ajustado 2-3 en el tanteador. Aunque no hay que pasar por alto la cantidad de canteranos que alineó Anquela.
Pero los dos últimos encuentros preparatorios disiparían las buenas esperanzas. En Íscar, el primer equipo del Valladolid se dio un festín goleador. La derrota por 6-1 del Burgos dejó dolorida a la afición y tocado a un equipo que ni siquiera había empezado a competir. En el último partido preparatorio, ante su afición, el Burgos sí dio la cara. A pesar de ello, el Racing de Santander era demasiado rival para los blanquinegros, que sucumbían por la mínima 1-0.
El Plantío salvó en el inicio
a un inoperante Burgos
El estreno liguero tuvo lugar en el Multiusos de San Lázaro. El reforzado conjunto gallego superó a los burgaleses sin demasiados apuros. El equipo de Fede Castaños dejó a la luz multitud de carencias que invitaban al pesimismo. Mensha y Quim Araujo fueron los encargados de conseguir los tantos de la victoria de los de Santiago de Compostela.
El recién ascendido Somozas era el primer rival que llegaba a El Plantío y se iría de vacío. Un solitario tanto de Javi Hernández, en el ecuador de la segunda mitad, suponía los tres primeros puntos de la temporada. Pero a domicilio el Burgos no terminaba de funcionar. Además, el Carlos Tartiere era un escenario inexpugnable. Un solitario gol de Carlos Quesada, a la salida de un córner, fue la única acción de peligro de los pupilos de Fede Castaños.
Pero se volvía a repetir la historia: victoria en casa y derrota fuera. Llegaba el colista al coliseo burgalés, coincidiendo con la celebración del cincuenta aniversario, y a punto estuvo el equipo asturiano de amargar la fiesta a los locales. Quesada, una vez más a balón parado, ponía a los suyos por delante.
No obstante, los ‘guajes’ salieron respondones y le dieron la vuelta al marcador gracias a sus dos jugadores más talentosos: Juan Mera y Guille Donoso. Fue entonces cuando el Burgos tiró de garra y desplegó el mejor fútbol en lo que va de campaña. Dos cabezazos de Cristian y Quesada daban tres puntos más a los de casa.
Y llegaban tres derrotas consecutivas, dos de ellas en El Plantío. El Avilés superaba a los blanquinegros por la mínima por 2-1. El Coruxo y la CyD Leonesa asaltaban el estadio burgalés. Los gallegos eran capaces de marcar tres tantos y llevarse la victoria 2-3 y de esta forma continuar entre los cuatro primeros clasificados. De forma muy similar se llevarían los leoneses la victoria con tres tantos, uno de ellos desde el centro del campo.
En la última jornada, el Burgos no pudo pasar del empate en el campo del Guijuelo. Supuso el primer punto a domicilio, pero la pronta expulsión de Cristian López evitó que los blanquinegros sumaran mejor botín.
Andrés, Maureta y Quesada los fijos de Fede Castaños
El técnico de los burgaleses tiene un once bastante definido. Aurreko ocupa la meta, aunque una inoportuna lesión ha provocado que Itxaso participe en seis encuentros. En la defensa todo está claro. Andrés, en el lateral derecho, y Quesada y Maureta en el centro de la zaga, acumulan los 720 minutos disputados hasta ahora. El hombre elegido para el lateral izquierdo es Dani Guillén, aunque una lesión llevo a Sergio Esteban a ocupar el lateral derecho y Andrés el hueco dejado por Guillén en la izquierda.
En el centro del campo y el ataque, Fede Castaños ha venido repitiendo a los mismos jugadores. Beñat Alemán y Antón de Vicente se han hecho dueños del doble pivote debido a la sanción que arrastraba Moke de la pasada campaña. Javi Hernández y Carralero son los extremos más utilizados. Gabri Gómez y Gabri Ortega se han alternado la mediapunta, mientras que Cristian López ha sido la referencia ofensiva hasta la pasada jornada que fue expulsado en Guijuelo.
En cuanto a nombres propios destacan, sin duda, tres: Carlos Quesada, Cristian López y Javi Hernández. Los dos primeros suman tres tantos cada uno, mientras que el extremo acumula dos, además de tres asistencias de gol.