Real Oviedo y Real Valladolid Promesas se preparan para un choque con tintes festivos

en el que el club carbayón volvió a Segunda B
Foto: Paula Canal
Cuando a finales del mes de junio la Federación dio a conocer el calendario liguero, los equipos y sus aficionados comenzaron a pensar ya en una nueva temporada. En el caso del Real Oviedo, una fecha aparecía marcada en rojo: el partido del domingo veintiocho de septiembre, el de la visita al Real Valladolid Promesas.
En el mundo del fútbol no es muy común que dos aficiones se lleven bien. Algunas son enemigas irreconciliables; la mayoría simplemente se ignoran. Por suerte, este no es el caso del Oviedo y del Valladolid, dos equipos que pueden presumir de vivir, a través de sus hinchadas, hermanadas, una de las relaciones más cercanas y bonitas del fútbol español.
Viejos conocidos
Aunque es la primera vez que el Oviedo se enfrenta al Promesas, los blanquivioletas no son un rival desconocido para los carbayones. El enfrentamiento más sonado entre ambos conjuntos tuvo lugar el diecinueve de mayo de 1996 en el Carlos Tartiere. Los dos necesitaban los puntos para salvarse del descenso –los locales, menos–, por lo que el partido contó con gran presencia de aficionados locales y visitantes.
Tras noventa minutos locos, con cuatro penaltis a favor de los castellanos y dos para los asturianos, el resultado final fue un tres a ocho que se convirtió en la mayor goleada encajada por el Real Oviedo en su feudo. Finalmente, el resultado fue lo de menos, pues ambos conjuntos lograron la permanencia ese año.
Este verano, con motivo de un amistoso de pretemporada, Real Valladolid y Real Oviedo volvieron a encontrarse. En esta ocasión, los asturianos resultaron ganadores con un gol de Diego Cervero en el minuto 86, lo que les permitió alzarse con el trofeo del Memorial Ramón Losada.
El hermanamiento entre ambos clubes se hizo más fuerte en noviembre de 2012, cuando el Real Oviedo estaba a punto de desaparecer. Muchos aficionados pucelanos compraron acciones para contribuir a la salvación del club, algo de lo que los carbayones estarán eternamente agradecidos.
Para este encuentro se espera una numerosa presencia de aficionados asturianos en la capital del Pisuerga. Las peñas oviedistas están ultimando los últimos detalles para que el encuentro del domingo tenga un ambiente festivo y sirva como reencuentro entre las dos aficiones.
Aficiones ejemplares
La fidelidad de la afición del Real Oviedo es de sobra conocida. Reunir a 28.000 personas en un partido de Tercera División no es algo de lo que todos los equipos puedan presumir. Aunque sin duda el mes de noviembre de 2012 marcó un antes y un después en la historia del club y de sus seguidores.
El objetivo era conseguir dos millones de euros para asegurar la viabilidad del club al menos una temporada más, y a falta de quince días tan solo se habían conseguido 50.000€. Lejos de rendirse, los aficionados difundieron el mensaje por las redes sociales y lograron la participación de ciudadanos de 86 países diferentes.
Tal fue la magnitud de la llamada de auxilio que, a raíz de una broma telefónica, el hombre más rico del mundo, el mexicano Carlos Slim, desembolsó dos millones de euros asumiendo así la gestión del club. No obstante, el 40% del Real Oviedo está en manos de los pequeños accionistas, todo un hito en el fútbol contemporáneo.
Si el club azul se pudo salvar aquel mes de noviembre fue en gran parte gracias a la solidaridad de aficionados de todo el mundo. Chinos, australianos, estadounidenses, franceses, marroquís, canadienses… Todos ellos fueron clave para conseguir la cantidad necesaria.
De todo ello sabe bien la hinchada blanquivioleta, que se volcó desde el primer momento comprando acciones. Incluso organizaron un desplazamiento para dar todo su apoyo al club carbayón, algo que los aficionados azules no podrán olvidar jamás.
El fútbol moderno no está pasando por su mejor momento. Problemas económicos aparte, muchos aficionados añoran las largas tardes de domingo comentando los partidos, ir al campo con el transistor… Y sobre todo, echan de menos esos viajes en los que el partido era casi lo de menos, en los que lo más importante era conocer a gente y llevarse un buen recuerdo.
Por eso, un hermanamiento como el que mantienen las aficiones del Real Oviedo y del Real Valladolid es tan admirado por los amantes del fútbol. Ojalá dentro de poco podamos disfrutar en Primera División de este partido que, más que un enfrentamiento, es un encuentro entre hermanos.