Dos han sido los refuerzos para una zaga que perdió a varios jugadores. Entre ellos destaca la ausencia de uno de los puntales de la pasada campaña, Jorge Pesca, cuya importancia en los últimos años pone el listón alto a sus sustitutos
Al Real Valladolid Promesas no solo llegaron los cambios con el salto a la categoría de bronce, sino que también algunos de aquellos que lograron el ansiado ascenso, comenzando por Javi Torres Gómez, cambiaron de equipo. Al extécnico del filial le acompaña Jorge Pesca en su nueva andadura en el Villarreal C, donde ambos irán de la mano en el conjunto amarillo. Adrián, su compañero en el terreno de juego, dejó de vestir la blanquivioleta al término de la pasada campaña. La misma opción escogieron Ruba, que regresa a su casa, y Guilherme, que no dispuso apenas de minutos.

Con el cambio de banquillo y a la llegada de Rubén de la Barrera, el técnico tenía en su plantilla al capitán Fran No, Juanmi, Iván Casado y Xavi Carmona. Sin embargo, la falta de efectivos en el primer equipo, sumada a que este año ‘toca apostar por la cantera’, hizo que Rubi se llevara a los dos últimos con los suyos para una pretemporada que ya toca a su fin ante el inminente inicio de la Liga Adelante.
El filial pucelano se vio obligado a reinventarse en la parcela defensiva, reforzándose con dos incorporaciones para sustituir a los mencionados jugadores y luchar por la blanquivioleta.
Ramiro Mayor, que procedía del Zamora, se convirtió en la tercera cara nueva del proyecto de Rubén de la Barrera. El zaguero maño ya conoce la Segunda División B, categoría en la que jugará durante la temporada por la que ha firmado con el conjunto pucelano. A sus espaldas, partidos en la categoría de bronce con los filiales de Zaragoza y Villarreal, además del ya citado Zamora. Fue en este último -próximo rival del Promesas- en el que ha acumulado durante las dos últimas campañas 47 partidos y donde se hizo con la titularidad.
Dados los números que le acompañaban no ha sido de extrañar que también a orillas del Pisuerga haya consolidado su titularidad durante la pretemporada. Cinco de cinco, los partidos en los que posó para la foto del once titular y disputó 270 minutos. El central no ha tenido que ver en ninguna ocasión cómo el árbitro del encuentro sacaba de su bolsillo tarjetas, si bien es cierto que durante los amistosos y la pretemporada el nivel de exigencia es menor.

Su compañero en la muralla defensa, y también recién llegado, es Brian Oliván, todo un complemento idóneo para el maño. Ambos se han adaptado muy bien tanto al equipo como a la ciudad, a pesar de que esta última fue más complicada al comienzo. Sus compañeros se han encargado de integrarse lo más rápido posible. Rubén de la Barrera, al que consideran un gran profesional, les hace sacar lo mejor de cada uno; como entrenar con el balón y trabajar la forma física en cada sesión.
En igualdad de titularidades se encuentra Oliván, aunque ha gozado de 360 minutos con la elástica pucelana, quien se ha mostrado seguro en el lateral izquierdo. El catalán alternará posición con Juanmi, su principal competidor. Entre los dos y el resto de la zaga se encargarán de formar una línea defensiva que sus rivales no podrán atravesar.