El equipo que dirige Chuchi Macón se impone por cero a seis al Rioseco en el primer amistoso de la pretemporada

Foto: Rosa M. Martín
El Juvenil División de Honor del Real Valladolid ya está en marcha, y tanto su técnico como sus jugadores pueden estar contentos con la que ha sido la primera prueba. El partido que llevó a los blanquivioletas hasta el municipio vallisoletano de Medina de Rioseco se saldó de manera positiva.
Bien es cierto que el CD Rioseco es un equipo que actualmente milita en Primera Regional, sin embargo, supieron plantarse sobre el terreno de juego, aunque no tanto llegar con peligro al área rival. La portería del conjunto pucelano, en la primera mitad con Sergio, y ya en la segunda con Ito, estuvo bien defendida.
Los goles se iban a dar en las dos porterías del campo, con tres y tres dianas, separadas por un descanso que vino bien para ambos conjuntos en la tarde calurosa del miércoles. Los locales mantuvieron el marcador a cero hasta el minuto veinticinco, en el que el árbitro señalizó una pena máxima.
El atacante Juan fue quien puso el balón sobre los once metros y convirtió el penalti en el primer tanto que subió al marcador. El disparo fue lanzado a la izquierda de la portería, a donde Alfonso, guardameta riosecano, se lanzó, sin llegar a tocar balón.
Según avanzaban los minutos, los chicos de Chuchi Macón se fueron atreviendo cada vez más, combinando destellos individuales con jugadas colectivas. Diez minutos después de su primer tanto, Juan anotaría el segundo en su cuenta particular. Tras encarar a los rivales, el jugador se plantó al borde del área para anotar el primero de una serie de goles bonitos que se vieron durante la tarde en la Ciudad de los Almirantes.
Cuando prácticamente los jugadores enfilaban los vestuarios, una buena internada por la derecha derivó en un centro que, tras fallo en la defensa rival, llegó a los pies de Pablo Brítez para que enviara el esférico al fondo de la red.
La salida tras el descanso supuso el cambio total con respecto al once inicial, dando así el técnico la posibilidad de que todos sus jugadores dispusieran de minutos. La segunda mitad tan solo fue la continuación de lo visto durante la primera, donde un superior Real Valladolid logró reflejarlo en el marcador.
Abel Conejo fue el encargado de reabrir la lata en los segundos cuarenta y cinco minutos de partido, ante un portero que nuevamente, poco pudo hacer. El quinto de la tarde fue un auténtico golazo que salió de las botas de Rober, quien desde la izquierda envió un disparo que se coló por la escuadra de la portería.

Poco antes de que Isma Casado pusiera el broche de oro, el encuentro se detuvo por unos segundos, a razón de algo que no se debe dar nunca en el fútbol. Un miembro del staff técnico del División de Honor, que estaba arbitrando la segunda parte, recibió insultos sobre el terreno de juego. Finalmente, se decidió que el balón volvía a echar a rodar.
Fue entonces cuando Isma Casado, recién salido de una lesión, consiguió hacer el sexto, a la altura de lo visto durante los noventa minutos. Pudieron ser más, si aquel disparo pasada la segunda mitad no se hubiera tropezado con el palo o si, sobre la bocina, hubiese acabado entrando un chut que no vio el arquero, pero sí la madera. Pero los goles y el fútbol no faltaron en el estreno de un División de Honor que ha dado sus primeros pasos con una goleada.
Real Valladolid DH: Sergio; Isma, Pistu, Abel, Deve; Pelayo, Adri; Miguelín, Mayoral, Juan; y Pablo Brítez. También jugaron: Ito; Adeva, Pablo, Fran, Rober Corral; Álex, Maxi; Abel Conejo, Diop, Rober; e Isma Casado.