Álvaro Rubio lleva 248 partidos con el Real Valladolid y tiene ganas de más
Si en la plantilla del Real Valladolid hay un veterano curtido en mil batallas es Álvaro Rubio. Bueno, concretamente en 248 como blanquivioleta. Por eso, se considera «un afortunado» de continuar en el conjunto blanquivioleta. El riojano, a sus 34 años, reconoce que tiene «más responsabilidad con los nuevos, pero no tanta autoridad». Mantiene la ilusión por jugar intacta y asegura que luchará por la titularidad.
Tras la paliza física de esta mañana, Rubio atendía a los medios desplazados hasta Mondariz. Sin jadeos, pero con el cansancio acumulado en sus piernas, confesaba que la sesión había sido «bastante durilla». Es consciente de que tienen que pasar estos sufridos entrenamientos «para estar bien todo el año».
Lo intenta llevar de la mejor manera posible porque tiene la ilusión de un novato. «A pesar del cansancio, me levanto y tengo ganas de entrenar», comentaba. Pero no solo él, sino todos. El capitán cree que «el ambiente es muy bueno y distendido», lo que ayuda a una mejor convivencia. Pasan muchas horas juntos e intentan llevarlas de la mejor manera posible. «Ahora son típicas las bromas y las novatadas. Nos estamos riendo».
Pero no solo los jugadores son los protagonistas. El resto de los integrantes de la primera plantilla también aporta su granito de arena. «El Real Valladolid es un club muy familiar gracias a Paco (el delegado), que en eso nos ha ayudado bastante», apuntaba. Ha habido muchos cambios, pero Rubio asegura que «la primera impresión ha sido buenísima». «Creo que todo el mundo está muy contento con la gente que ha venido», añadía.
En cuanto a su estado personal, dice encontrarse físicamente «bien» y estar «preparado para competir por la titularidad». Todavía faltan refuerzos en su posición, aunque ya llegó André Leão. «Todos los años hay competencia y creo que eso es bueno». No le asusta nada ni nadie y, por ello, seguirá peleando por hacerse un hueco en el once, como todas las temporadas.
Óscar no se ejercitó el pasado miércoles. «Tiene el tobillo un poco fastidiado», reconocía. Parece que la cosa no irá a más. De hecho, a Rubio no le preocupa porque «hoy ha entrenado con todo el mundo». Sabe que el salmantino está llamado a ser una de las piezas clave en «un año complicado». «El objetivo es el ascenso, pero no nos queremos obsesionar», concluía.