Tras el descenso del Real Valladolid a la Liga Adelante, recordamos algunas de las ventajas de jugar en la categoría de plata del fútbol español

Efectivamente el título «Me quedo contigo» pertenece a un grupo flamenco. «Sí me das a elegir entre tú y las riquezas, con esa grandeza, que lleva consigo, ¡ay, amor!, me quedo contigo». Y no, no nos hemos enamorado de la Liga Adelante, pero vamos camino de ello. Ahora toda la parroquia blanquivioleta está de capa caída con el descenso del Real Valladolid, pero si nos paramos a pensar, muchas son las ventajas de jugar en Segunda.
La primera de ellas, los horarios. No más fútbol los viernes y lunes. Una reivindicación que se sufría la temporada pasada, ahora desaparece. A partir de ahora habrá mejores horarios, siempre en sábado y domingo, a excepción de cuando no haya jornada en Primera, que esperemos no afecte al Real Valladolid. Los abonados podrán acudir en franjas más normales al Nuevo José Zorrilla. Sábado a las seis de la tarde, domingo a las cinco, serán los horarios más habituales del equipo, menos cuando los partidos sean por Canal Plu-s, que irán al domingo a las doce o en La Sexta que irán a las seis y cuarto del sábado.
La segunda es que veremos más partidos gratis por la televisión. Cuando la crisis económica parece que arrecia en nuestro país, pero con resquicios todavía en muchos sectores, los ciudadanos no se pueden permitir pagar su abono a una plataforma de pago. Pues bien, este descenso hace que La Sexta, Autonómicas e Internet –de forma legal– sean nuestros aliados para ver esos partidos lejos del feudo blanquivioleta. Podrá ahorrarse un dinerillo y ver a su equipo. ¿Alguien da más?
La tercera es que tendremos más ‘choques’ autonómicos en esta liga. Numancia, Ponferradina y Mirandés –si no desciende la próxima semana– serán nuestros rivales, toda vez que el Guijuelo no ha podido lamentablemente consumar su ascenso a la Liga Adelante. Será atractivo disputar encuentros con nuestros vecinos castellano-leoneses y estrechar lazos de amistad con ellos. Además la opción de visitar el Estadio Anduva de Miranda de Ebro, será un incentivo extra ya que allí se vive el fútbol de manera especial.
La cuarta, cómo no, serán los desplazamientos. Si el año pasado había verdaderas distancias para ver al Real Valladolid, sobre todo hacía el sur de la península, esta vez habrá desplazamientos más asequibles. Además de las cuidades ya citadas –Ponferrada, Soria y Miranda de Ebro– este año se podrá viajar a lugares como Gijón (si no asciende a Primera), Alcorcón, Lugo o Zaragoza. También, seguro, a Pamplona, Albacete y Santander, o quizá Leganés, si asciende a la Liga Adelante, con lo cual la presencia de aficionados pucelanos estará garantizada en muchos de los desplazamientos del equipo.
Los más atrevidos, incluso, podrán viajar hasta Mallorca (si se salva), Las Palmas (si no sube) o Tenerife para ponerse ‘morenos’, otra de las ventajas de esta Segunda División, máxime si se disputan estos partidos en invierno. Usted será la envidia en el trabajo, en la facultad, de su familia y amigos, ya que vendrá con un buen bronceado después de ver la victoria del Real Valladolid.
La última y no menos importante será la propia competición. Seremos de los equipos punteros de la categoría. Nada de Messi y Cristiano Ronaldo. En Primera éramos un convidado de piedra para los grandes equipos. En Segunda seremos uno de los equipos a batir por los más modestos. ¿Alguno se ha convencido ya? Ahora estamos sumidos en la decepción del descenso a Segunda, pero cuando empiece la competición, el himno del Real Valladolid volverá a sonar con más fuerza que nunca y ganaremos nuestra particular Champions League. La Liga Adelante será blanquivioleta.