Manucho, por una lumbalgia, y Álvaro Rubio, con descanso programado, causan baja en el primer entrenamiento de la semana. El lateral zurdo Carlos Peña ensalza la unión del vestuario

El Real Valladolid ha regresado a los entrenamientos en Los Anexos al José Zorrilla para preparar el choque liguero con Osasuna sin Manucho, aquejado de una lumbalgia, ni Álvaro Rubio, que ha aprovechado la jornada de descanso programado. El resto de la plantilla se ha ejercitado sin ninguna adversidad, entre ellos el lateral zurdo Carlos Peña, quien ha comparecido en zona mixta al término de la sesión para analizar el empate con el Valencia y el envite en Pamplona.
El salmantino ha apreciado el punto obtenido, «tal y como ha ido el partido», aunque admite la confianza de la plantilla en extraer los tres puntos al conjunto che después de una victoria.
Alejado de la ficción futbolística, ha soslayado el análisis a posteriori de los puntos que pudieron sumarse y no se ganaron y ha enfocado su argumento en las consecuencias que acarrearían un triunfo sobre Osasuna. «Si ganamos, vamos a dar un paso muy importante» ha manifestado un futbolista que ha aconsejado «ir muy concentrados» para abstraerse de un ambiente «bonito» recogido en un estadio, el Sadar, al que califica de «muy caliente».
Igualmente, ha restado importancia a la presión que puede inocular la hinchada rojilla en sus jugadores y ha aplaudido a la blanquivioleta por el apoyo entregado en los últimos partidos en el José Zorrilla. «En el campo son once contra once y la gente, fuera, poco influye», espetó Peña.
El Real Valladolid no ha descubierto aún la pócima para encadenar dos victorias de forma consecutiva en la actual temporada. Sin embargo, para el jugador con más minutos acumulados en la plantilla castellana, no se puede achacar a una tibieza de personalidad y unión en el vestuario. «Llevamos conjurados todo el año. Sabemos que la empresa es complicada, en una mala situación, pero conjura nunca ha faltado» ha expresado, terminante, mientras se ha lamentado de que, «por desgracia, en el fútbol hagan falta más cosas».
Para limar la carencia de resultados positivos fuera del Nuevo José Zorrilla, el defensor albivioleta ha rogado incrementar la cuota de eficacia en las ocasiones de gol, «concecer pocas ocasiones» e instalarse en campo rival para hacer largo el despliegue ofensivo osasunista y disminuir el peligro de su juego directo. Además, ha abogado por trasladar «fuera» la personalidad exhibida en casa, donde ha admitido que son «más fuertes defensivamente».
A pesar «de las dificultades del Valencia», completaron un «buen trabajo»

Carlos Peña, acostumbrado a desgranar con mimo y rigor argumental el devenir del conjunto pucelano, ha opinado que no fue la personalidad, sino las circunstancias del partido, las que marcaron un equilibrio definitivo. «Con las disposiciones tácticas de ambos, hubo un partido demasiado abierto», situación que ha sentenciado como «contraproducente», en la que el Valencia defendía «con cinco jugadores y atacaba con los otros cinco». En especial, en el primer periodo, el lateral izquierdo advirtió «demasiada distancia entre líneas» y complicaciones para aplacar el juego exterior del Valencia y la congregación de sus hombres de ataque en el último tercio de campo.
Aunque ha reconocido la poca producción de opciones ofensivas durante todo el partido, ha subrayado la mejora defensiva del bloque en la segunda mitad y ha recordado la actuación individual de Jaime, establecido en la titularidad en la meta, quien «hizo un muy buen trabajo». Un esfuerzo que ha extrapolado a todo el equipo, pese «a las dificultades del Valencia».
El Valladolid, aun encaramado al borde del volcán, no arde. Y eso es a lo que se agarra Carlos Peña. «Mientras el Valladolid esté fuera, lo demás me importa bien poco».