Uno de los referentes de Osasuna, Oriol Riera, que no podrá estar en Zorrilla por sanción, tuvo que abandonar La Masía para buscar un hueco en la élite del fútbol español.
El CA Osasuna visita al Real Valladolid este próximo viernes con la difícil misión de sacar algo positivo del estadio blanquivioleta pero, para ello, no podrá contar con una de sus figuras.
Oriol Riera, llegado este verano a El Sadar, es uno de los jugadores favoritos de la grada pamplonica y en poco tiempo se ha ganado el corazón de la afición rojilla. Es, sin duda, el referente en el ataque osasunista y tal vez el jugador clave del plantel de Javi Gracia.
Tardó cinco jornadas en estrenar su cuenta goleadora, ante el Elche, pero fue un gol clave que dio tres puntos a su equipo. Posteriormente, marcó en las derrotas ante el Atlético en el Calderón y frente al Sevilla en el Pizjuán y en los triunfos ante el Málaga en La Rosaleda y ante el Rayo en Pamplona.
Oriol Riera llegó a la cantera barcelonista con once años y allí coincidió con jugadores como Piqué, Fàbregas, Pedro, Iniesta o Messi, con el que peleaba por el puesto de delantero. Con diecisiete años, en 2003, debutó en Copa del Rey de la mano de Frank Rijkaard ante el Ciudad de Murcia, sustituyendo a Saviola. Estos estaban siendo sus mejores años y al año siguiente, en 2004, fue convocado para jugar en Champions frente al Milan, pero no llegó a debutar.
Aun así, la ambición del delantero catalán era muy grande y en 2006, viendo que no llegaba su salto definitivo al primer equipo blaugrana, decidió pedir el traspaso. Entonces, comenzó su meteórica carrera hacia la Primera División. Ese verano estuvo muy cerca de irse al Legia de Varsovia polaco, pero decidió quedarse en España y fichó por la Cultural Leonesa. En León se hizo con la titularidad pronto y en dos temporadas que estuvo en la capital leonesa anotó dieciséis goles.
Sus buenas actuaciones en el Reino de León suscitaron el interés del Celta de Vigo, que decidió incorporar a Oriol Riera a su filial, pero alternando partidos con la primera plantilla viguesa. Anotó diez goles en su primera temporada, pero no fue hasta la segunda, en enero de 2010, cuando debutó con el primer equipo en un duelo copero ante el Villarreal.
Al final de temporada, Riera había jugado cinco partidos en total con el primer equipo, que no pudieron ser más porque al ser mayor de veintitrés años y tener ficha del filial, ese es el tope, y el Celta ya había sido sancionado años antes por la misma infracción -con Toni del Moral-.
Su llegada a la Segunda División se produjo en el verano de 2010. El Córdoba contrató los servicios del delantero catalán por un año, con una opción de renovar por otro. En la ciudad califal su actuación fue buena, pero no lo reflejaron así las estadísticas, ya que tan solo anotó siete goles en 37 encuentros.
Pese a ello, el Alcorcón vio un gran delantero en Oriol Riera y lo contrató al año siguiente, ya que pensaron que podía ayudar a Quini en las labores ofensivas. Junto a este delantero su protagonismo fue escaso y tan solo marcó seis goles.
En la temporada siguiente, Quini se marchó con destino al Racing y Oriol Riera se quedó como máxima referencia en ataque del conjunto alfarero. El ariete catalán aprovechó su gran oportunidad y explotó. Sus dieciocho tantos ayudaron al Alcorcón a soñar con el ascenso y logró captar el interés de los equipos de Primera División.
El CA Osasuna, que perdió a su referencia en ataque, Kike Sola -fichado por el Athletic Club-, necesitaba un delantero «cazagoles», y vio en Oriol su gran ocasión. Por fin le llegaba la oportunidad a ese joven delantero que cambió Barcelona por León en 2006 con veinte años, y que luego se iría a Vigo, Córdoba y Alcorcón persiguiendo su sueño.