Las llegadas de Jairo Samperio, Vitolo y del colombiano Carlos Bacca son tres de las más destacadas del mercado estival.

El plan renove que ha efectuado este verano el Sevilla tenía como objetivo dos metas. La primera era la economicidad, es decir, sacar el mayor dinero posible por sus figuras como Negredo o Navas y lograr sustitutos de altura para estos dos mitos del club hispalense al menor precio posible.
La segunda se resume en una palabra, juventud, ya que la mayoría de los fichajes sevillistas son jugadores jóvenes que tienen an mucho camino por recorrer y que todavía tienen aspectos a pulir. Las tres incorporaciones más destacadas que cumplen con este último parámetro son, sin duda, las de Jairo, Vitolo y Carlos Bacca.
El primero de ellos, Jairo Samperio, llegó procedente del Racing por unos dos millones y medio de euros. El cántabro fue uno de los hombres más destacados en el conjunto santanderino la pasada campaña con tan solo diecinueve años, pero no pudo evitar el irremediable descenso racinguista a Segunda B. Ahora tiene su oportunidad de reafirmarse en el Sevilla, donde llega para suplir a uno de los jugadores con los que más se le ha comparado, Jesús Navas.
Jairo es un futbolista versátil, que puede actuar pegado a banda o como mediapunta, y que ofrece variantes ofensivas muy interesantes. Acostumbra a encarar al rival, ya que uno de sus fuertes es la velocidad, tanto con balón como sin él, algo que hace del cántabro un futbolista desequilibrante pero que también es generoso y ayuda en labores defensivas.
La presión no es algo nuevo para él ya que, como se ha indicado antes, Jairo soportó en algunas ocasiones todo el peso de un histórico como el Racing sobre sus espaldas. Es un futbolista sacrificado, muy potente físicamente pero, dada su juventud, algo irregular; combina buenas actuaciones con partidos en los que está desaparecido.
Otro de ellos es Victor Machín, Vitolo, uno de los mejores jugadores de la Liga Adelante el pasado año, que ha llegado a la ciudad sevillana por unos tres millones de euros. Pese a sus veintitres años, es un hombre que ya ha dejado huella en Las Palmas y tratará de que su zurda quede en el recuerdo de los aficionados sevillistas.
Vitolo es otro hombre de banda, que puede actuar tanto en la derecha como en la izquierda, pero tiene la tendencia de hacer diagonales hacia dentro, rompiendo los esquemas de las zagas rivales. El año pasado llegó a jugar de mediapunta, pero no funcionó del todo bien porque no es su habitat natural, ya que no puede explotar al cien por cien sus dos cualidades más destacadas: la velocidad y la verticalidad.
Es un jugador muy potente y muy técnico, al que es muy complicado robarle el balón en carrera y con una buena definición en el mano a mano, pero debe corregir determinadas tomas de decisiones un tanto precipitadas que le hacen incurrir en ciertos errores.
Carlos Bacca es el sustituto natural de Negredo. El ariete colombiano de veintiséis años llega a Sevilla con la credencial de sus veinticinco goles el pasado año en la Jupiler Pro League con el Brujas, equipo que se ha embolsado unos siete millones de euros con su salida. Ahora espera dar lo mejor de sí en una liga de primer nivel, lo que supone para el cafetero una prueba de fuego en la que anhela dar todo lo que se espera de él.
El colombiano es un futbolista muy inteligente, que realiza desmarques muy peligrosos para la defensa rival en espacios reducidos. Es un hombre instintivo, que se adelanta a los hechos para llevar ventaja a sus rivales y ganar así la posición para efectuar buenos remates a puerta dentro del área.
Esto se ve potenciado por el buen uso de su fuerza física y su progresión en los remates de cabeza, factor que ha ido mejorando en su periplo por Europa. Utiliza bien ambas piernas, pese a ser diestro, y realiza buenos disparos desde fuera del área. Una de las características más sorprendentes de Bacca es el uso del tiro con el exterior de la bota como recurso, algo que utiliza con asiduidad y que denota la calidad que posee.