Víctor Valdés pasa por el mejor momento de su carrera justo en el momento en que Iker Casillas, su máximo rival y compañero de selección, está viviendo la otra cara del fútbol.
La portería del Camp Nou llevaba tiempo sin tener un guardián de nivel, que asombrase a los culés e intimidase a los rivales. Un guardián que permaneciese durante varios años consecutivos cumpliendo su labor con nota. Por fin lo encontró en la figura de Víctor Valdés que, no contento con ser el heredero de Zubizarreta, está en el mejor momento de su carrera, siendo, tal vez, el mejor portero del mundo en este momento y, sin menospreciar a Ramallets, quizá el mejor guardameta de la historia blaugrana.
El fútbol es caprichoso y, curiosamente, coincide con la decadencia de ese hombre que le ha privado de ser el indiscutible meta titular de la selección, Iker Casillas. No obstante, Valdés se encuentra ante su gran oportunidad de convencer a Vicente Del Bosque de cara al Mundial de Brasil. Y razones al seleccionador para no pensárselo dos veces y dar galones al de Hospitalet está obteniendo. Valencia, Atlético, Ajax y Rayo Vallecano ya han sufrido su gran estado de forma parando balones de todos los colores: disparos a bocajarro, manos a mano, chuts lejanos… incluso penaltis.
El cancerbero catalán está siendo una de las sensaciones de la Liga y partido a partido demuestra su valía, la cual estuvo en duda por la soberana grada del Camp Nou durante mucho tiempo, pese a actuaciones de gran nivel y en partidos de una trascendencia enorme como, por ejemplo, sin ir más lejos, la final de la Champions League en París ante el Arsenal.
Le costó ganarse a la afición blaugrana y en momentos puntuales se le vio inseguro, cometiendo fallos graves. Esta tara la ha corregido con la experiencia y el paso de los años, ha ganado en confianza y se ha consolidado como uno de los mejores del panorama internacional en su posición. No solo eso, también logró, por fin el cariño del Camp Nou, que ahora lo eleva como uno de sus ídolos.
Pero, cuando todo parece ir sobre ruedas, Víctor Valdés decide no renovar y el año que viene cambiará de aires. ¿Su destino? Nadie lo sabe, tal vez solo él, pero las divagaciones acerca de qué equipo podrá disfrutar de ‘La Pantera de Hospitalet’ son varias. La parroquia azulgrana espera que el guardameta dé marcha atrás y se quede en Can Barça, porque el hueco que puede dejar Valdés es enorme y no podrá cubrirlo cualquiera. Los caprichos del fútbol; justo en el punto más álgido de su carrera, su futuro parece estar lejos de la Ciudad Condal.