La Real Sociedad intentará consolidarse como uno de los mejores equipos de la Liga Española a la vez que se hace un hueco en Europa.
La 2013/14 es la temporada de la ilusión. La de soñar con algo más que la salvación. La de dejar el nombre de la Real Sociedad lo más alto posible en Europa y la de volver a ser uno de los mejores equipos de la Liga Española. Sin grandes estrellas, pero con un equipo consolidado, los donostiarras se marcan el objetivo de llegar lo más alto posible en Champions, tras superar de manera magistral la eliminatoria previa, y repetir la hazaña del cuarto puesto de la temporada pasada.
Sin Philippe Montanier, pero con Jagoba Arrasate al frente, la Real Sociedad intentará seguir practicando ese fútbol que sorprendió y encandiló la temporada pasada. Asociativo unas veces y de transiciones rápidas y de contragolpe otras tantas. Para ello el equipo donostiarra contará con el bloque que consiguió el billete para la Champions después de acabar cuartos en la competición doméstica.
Una plantilla salida, en gran parte, de Zubieta, la octava mejor cantera de Europa. A día de hoy, trece de sus jugadores han pasado varios años en el filial de la Real Sociedad. Cadamuro y Ansotegi también han militado en el Sanse, pero no se les puede considerar canteranos ya que solo estuvieron un año en el equipo B.
Un modelo de cantera que funciona y que apenas ha visto la necesidad de reforzarse, aun cuando uno de sus mejores jugadores, Asier Illarramendi, ha abandonado la entidad blanquiazul dejando en sus arcas unos cuarenta millones de euros. El delantero Haris Seferovic, el lateral José Ángel y el centrocampista Granero han sido las únicas incorporaciones.
El suizo de origen bosnio de veintiún años aterrizó en San Sebastián por tres millones de euro,s procedente de la Fiorentina, para reforzar el ataque txuri-urdin. El asturiano y el madrileño llegan cedidos por una temporada desde la Roma y el Queen’s Park Rangers, respectivamente, si bien el primero ya jugó en la Real el pasado curso.
Arrasate, que hasta hace unos meses era el ayudante de Montanier, tratará de mantener la solidez, la pegada y el fútbol de la campaña pasada. A pesar de no haber fichado mucho, el técnico vasco tiene infinidad de combinaciones posibles para conseguirlo. Mikel González e Iñigo Martínez son dos centrales de garantías y Carlos Martínez y De la Bella han pasado de laterales defensivos a ofensivos, con asistencias y goles. Con ellos, la zaga se convirtió en la tercera menos goleada el año pasado.
En el centro del campo bien puede alinear un mediocentro y dos interiores o un doble pivote con tres mediapuntas por delante. Markel Bergara y Elustondo harán de muros de contención, Xavi Prieto será la calidad y la fantasía, Zurutuza el «cajón desastre» y Rubén Pardo el canterano a mirar y del que se esperan grandes cosas.
Griezmann, Chory Castro y Carlos Vela son los zurdos del ataque que se unen al goleador Agirretxe, al lesionado Ifrán y al recién llegado Seferovic. Una delantera atractiva que se dedica a desestabilizar al rival y que se arriesga en su justa medida.
Y, cómo no, no podían faltar los nuevos canteranos que irán asomando procedentes de Zubieta. El portero Royo, el defensa Julen Etxabeguren, los centrocampistas Marco Sangalli y Víctor Fuchs y el delantero Iker Hernández son las nuevas promesas que llaman con fuerza a la puerta del primer plantel.
Un equipo que nueve años después de aquel adiós a la Champions, ante el mismo rival –el Olympique de Lyon- y en los mismos escenarios – Gerland y Anoeta- saldó su cuenta pendiente de forma brillante, mostrando a Europa la propuesta que le catapultó el pasado curso en la competición doméstica.
Los que estaban hace una década en aquella primera participación de la Real Sociedad en Champions, como Xabi Prieto, y todos los que han llegado después, intentarán demostrar que se han ganado a pulso estar donde han llegado. Humildad y trabajo es la base de los donostiarras.
Tres tenores
Iñigo Martínez (Vizcaya, 1991). A sus veintidós años se ha convertido en uno de los centrales de referencia del fútbol español. Pese a su juventud es el líder indiscutible de la zaga txuri-urdin. Contundente, con un gran golpeo de balón, que le ha valido ya para marcar varios bellos goles de larga distancia, es todo un seguro en la zaga realista.
Tal es así que ha llamado ya la atención de varios grandes clubes y de Vicente del Bosque, que ha empezado recientemente a incluirle en el grupo de seleccionados que podría terminar disputando el Mundial de Brasil del próximo verano.
Xabi Prieto (San Sebastían, 1983). Es uno de los jugadores de más calidad del equipo donostiarra. Extremo derecho o mediapunta, es uno de los jugadores más técnicos del equipo y cuenta con una gran visión de juego.
Capitán durante las últimas campañas, ha experimentado una evolución desde que Montanier le cambió de posición, convirtiéndose en un jugador más incisivo. Su participación en el juego colectivo, no obstante, no ha cambiado, y juegue en el costado o por dentro, sigue siendo uno de los jugadores que más repercusión tienen en la creación.
Antoine Griezmann (Mâcon, Francia, 1991) llegó a Zubieta hace trece años. Destaca por su rapidez, su habilidad para el regate, el dominio de su potente zurda y su olfato goleador llegando desde segunda línea, de donde deriva su posición de falso delantero en algunos partidos.
Es una de las mayores perlas surgidas en los últimos tiempos de Zubieta y se perfila, una vez más, como uno de los jugadores más desequilibrantes del conjunto donostiarra, gracias a su personalidad, a su pegada, al aumento de su regularidad y a una calidad que bien podría abrirle las puertas del Mundial de Brasil.
El fichaje estrella
Haris Seferovic (Sursee, Suiza, 1992) El delantero suizo de origen bosnio llegó a San Sebastián procedente de la Fiorentina, previo pago de tres millones de euros. Es un seguro de cara al gol, tal y como ha demostrado en sus primeros partidos con la elástica blanquiazul.
A sus veintiún años, derrocha inteligencia en sus movimientos y se asocia muy bien sus compañeros. Veloz, oportuno y con un guante en su pierna izquierda se presenta como una de las probables revelaciones de la Liga y competencia directa del punta Agirretxe.
El míster
Jagoba Arrasate (Vizcaya, 1978). El sucesor de Philippe Montanier tiene entre sus manos un difícil reto. Su andadura como entrenador empezó con el equipo de su pueblo, Berriatuko. Tras pasar por el Elgoibar llegó a Zubieta. En la temporada pasada fue el ayudante del francés y tiene como principal objetivo continuar el camino que llevó a los donostiarras al éxito.
Entrenador empapado de fútbol base y conocedor del modelo txuri-urdin, a pesar de su corta experiencia en el fútbol de élite, ha conseguido que el equipo se cuele en la fase de grupos de la Champions League. Ahora, deberá buscar que la Erreala mantenga las señas de identidad, esas que le valieron la cuarta plaza el curso pasado, y que se afiance como una de las plantillas a tener en cuenta.
Entradas y salidas
Altas: Jagoba Arrasate, Granero (QPR) y Seferovic (Fiorentina).
Bajas: Joseba Llorente, Illarramendi (Real Madrid) y J. Castañeda (Ponferradina).