El palentino abandonó las filas del Real Valladolid para jugar en el Atleti, donde no ha tenido continuidad. Ha terminado en el Villarreal, equipo que el gallego dejó este verano para convertirse en blanquivioleta y, así, poder seguir creciendo.
Lo que fue y lo que es. Pasado y presente del Real Valladolid. Son Sergio Asenjo y Diego Mariño. Ambos, ahora, tienen mucho en común. Los dos salieron de sus equipos para crecer, aunque con el camino inverso.
En el caso del palentino, con una estancia de tres años en Madrid -donde media temporada, dentro de este periodo, la completó en el Málaga como cedido-. Señalado como futuro sustituto de Iker antes de la irrupción de De Gea, las categorías inferiores de la selección española también han sido testigos de sus progresos.
Asenjo ha sido el último canterano en salir de la entidad blanquivioleta para marcharse a un club más grande. El salto tardó en llegar, puesto que antes de alcanzar la mayoría de edad, cuando aún eran un desconocido para el gran público, ya estaba en la agenda de muchos equipos. Por motivos personales, el palentino decidió continuar en Valladolid hasta que se cruzó en su camino el Atlético de Madrid. En aquel momento, su camino no era de rosas, debido a las lesiones sufridas.
Con las maletas preparadas, tomó rumbo a la capital. Con vistas a ser el portero titular, el palentino derrochaba ilusión allá por donde pasaba. Antes de asentarse en el arco rojiblanco tuvo que disputar el Mundial Sub 20 con la selección española. Algo que podría ayudarle a crecer supuso un bache en su carrera. David de Gea, el ahora guardameta del Manchester United, suplió a su compañero de manera muy positiva.
Pero esa no fue la piedra más grande, ya que Asenjo recuperó la titularidad tras su regreso. Una lesión a mitad de temporada terminó con sus esperanzas. A partir de ese momento el palentino ha tenido que competir con el propio De Gea, con Courtois y con otra lesión que le hizo salir al Málaga en calidad de cedido. En el presente, superado por el belga y con ganas de demostrar sus cualidades, el cancerbero ha hecho las maletas este verano para defender los colores del Villareal.
Ahora quiere convertirse en alguien importante dentro del conjunto. En el Real Valladolid ya lo fue y en ‘El Submarino’ quiere volver a encontrarse. Allí tiene la oportunidad que en el Atleti no pudo aprovechar. Si las lesiones le respetan, Asenjo será una pieza fundamental en el conjunto de Marcelino García Toral.
Camino inverso
En el otro caso, la historia es parecida pero con el camino contrario y sin Madrid de por medio. Diego Mariño llegó al equipo que le ha visto crecer casi con la misma edad que Asenjo comenzó en el Valladolid. Muy joven, el gallego pasó por los dos filiales del Villareal antes de obtener ficha con el primer equipo.
‘El Submarino’ consiguió el ascenso la pasada temporada con Mariño como portero suplente. El guardameta solo disputó diez encuentros en la categoría de plata. En ellos demostró estar a un buen nivel. El curso terminó y el vigués tomó la decisión de seguir creciendo tras proclamarse, por segunda vez, campeón de Europa sub 21. Ahora, en Valladolid, busca asentarse en Primera División, al igual que su compañero de posición Sergio Asenjo.
Comienzo profesional similar
Las semejanzas entre los dos porteros van más allá de todo eso. Asenjo debutó antes en Liga. Lo hizo en el año 2007 y, precisamente, ante el Villarreal. Aquel partido terminó con victoria blanquivioleta por dos goles a cero. El palentino se fue ganando poco a poco la titularidad a raíz de sus buenas intervenciones y ayudó al equipo a lograr la salvación. Aunque el estreno con el primer equipo del Real Valladolid se produjo la temporada anterior en una eliminatoria de la Copa del Rey que enfrentó a los vallisoletanos al Nàstic de Tarragona.
El debut de Diego Mariño en competición liguera también significó su estreno en el fútbol profesional. Ocurrió hace dos temporadas, defendiendo la portería del Villareal B en Segunda División. No fue tan plácido como el de Asenjo, ya que su equipo perdió por tres goles a cero. ¿El rival? El Real Valladolid.
Ahora los dos porteros se enfrentan a los dos equipos que les han visto crecer y a los que les agradecen mucho. Para ambos será un partido especial por lo que tendrán al otro lado. Pero también lo será entre ellos. El camino se hace al andar y aunque todavía tienen un largo recorrido por delante, los suyos son paralelos a la par que inversos. El objetivo, el mismo, crecer y afianzarse en la máxima categoría del fútbol español.