Marcelo Bielsa y Fernando Llorente han abandonado el Athletic Club tras una tensa y larga temporada donde entrenador y jugador llegaron enfrentarse.
Del amor al odio hay un paso. Fernando Llorente pasó de ser uno de los titulares indiscutibles de Marcelo Bielsa a que el argentino le hiciera una cruz por los continuos enfrentamientos que se produjeron entre entrenador y jugador desde finales de la temporada 2011/12 y que se dilataron y agravaron durante pasado el curso liguero.
Marcelo Bielsa en un personaje singular. Un peculiar entrenador que se encontró en su camino con uno de los mejores delanteros de la liga española, Fernando Llorente. Y su idilio no pudo empezar de mejor manera. El primer año de ‘El Loco’ al frente del Athletic fue sin duda uno de los mejores de la historia del club, después de llegar a la final de la Europa League y de la Copa del Rey y ser décimos en Liga; éxito que, en gran medida, fue gracias a los goles del delantero riojano –diecisiete en Liga, cinco en Copa y siete en Europa-.
A pesar de colarse en dos finales, las derrotas cosechadas en ambas hicieron saltar al excéntrico técnico, al cual no le tembló el pulso a la hora de señalar a su delantero estrella. Bielsa, hace dos temporadas, reprochó al riojano su falta de intensidad en los entrenamientos y en los últimos partidos. Llorente, ni corto ni perezoso, replicó que estaba !fundido» por la cantidad de minutos jugados y retó al argentino a que alineará a otro jugador en el próximo partido que se disputara.
Con la llegada de las vacaciones de verano todo hacía presagiar que las aguas volverían a su cauce, pero no. Fernando Llorente acusó a su entrenador de ser el culpable de no haber disputado ni un solo minuto en la Eurocopa que ganó España en 2012. Las declaraciones del riojano no sentaron nada bien a Bielsa y así se lo haría saber durante la temporada 2012/13.
Esa temporada el delantero riojano paso a ser un habitual del banquillo, e incluso, en ciertas ocasiones un descarte. Puede resultar extraño que un entrenador, aun cuando le apodan ‘El Loco’, desaire a la estrella de equipo pero no lo es tanto si a oídos de este llegó el rumor de que ese jugador solo renovaría si rodaba la cabeza del míster.
Los meses pasaban y la relación entre Bielsa y Llorente se hacía cada vez más tensa a la par que el equipo iba en caída libre, eliminados en la fase de grupos de la Europa League y en dieciseisavos del torneo del KO y acabando más cerca de puestos de descenso que europeos.
El riojano, para disimular su desamor con Bielsa, excusaba su no renovación solo en cuestiones económicas. Él pedía cinco millones y medio de euros y el club le daba uno menos, pero estaba claro que no era el único motivo. En cuanto pudo, uno de enero de 2013, se comprometió con la Juventus para ser uno de sus nuevos jugadores a partir del uno de junio.
Con la mente en Turín, la relación entre jugador y entrenador fue a peor. Los enfrentamientos entre ambos eran cada vez más frecuentes y evidentes. La culminación de esta peculiar relación llegó cuando el argentino expulsó al riojano de un entrenamiento mientras disputaba un partidillo con los suplentes en el que rosarino corrigió de manera incisiva al delantero.
Una relación sin comunicación, caminos distintos pero un adiós conjunto. Al igual que Llorente no iba a continuar en el club vasco, Bielsa no fue reafirmado como técnico del Athletic. Un entrenador difícil, que ‘agota’ a sus jugadores y con los que no duda en enfrentarse.
De Fernando a Fernando y enfrentamiento al canto. Llorente no fue el único osado en contestar a su entrenador. Amorebieta, cansado de las acusaciones de Bielsa, también le hizo frente. El argentino acusaba al defensa de estar pensando en su salida en vez de en su equipo.
Amorebieta vs Bielsa
En un entrenamiento Bielsa preguntó al resto de jugadores qué si lo que decía era mentira. La plantilla calló. Amorebieta se puso de cuclillas, postura que adopta muchas veces el rosarino animando a sus compañeros a que respondieran al entrenador. El silencio volvió a ser la respuesta. ‘El Loco’ se cabreó, suspendió el entrenamiento y se marchó. Amorebieta, al igual que su tocayo, al final de temporada hizo las maletas y puso rumbo a la Premier.