El Real Valladolid empata a uno ante Osasuna con justicia en El Plantío, en el último test antes del inicio liguero.
Se acabó la pretemporada. Con el pitido final del árbitro en el estadio burgalés de El Plantío el Real Valladolid puso fin al poco más de un mes que ha durado la pretemporada 2013/14. Y lo hizo con un once inicial que no distará mucho del que saltará al césped el próximo sábado ante el Athletic, formado por Mariño; Rukavina, Valiente, Rueda, Bergdich; Álvaro Rubio, Sastre; Ebert, Óscar, Omar; y Guerra.
El partido comenzó eléctrico, con intensidad y ocasiones ya desde el minuto dos, en el que un lanzamiento de esquina botado por Patrick Ebert fue rematado por Marc Valiente, en lo que a punto estuvo de convertirse en el primer gol del choque; algo que estuvo a punto de hacer Osasuna en la siguiente jugada.
El saque de balón jugado desde atrás y el buen toque llevaron a los pocos aficionados que había en la grada a aplaudir al equipo blanquivioleta, que tuvo algún que otro representante con sus respectivas camisetas en territorio burgalés. A pesar de que el Pucela trataba de sacar el balón jugado, el equipo de Mendilibar, al que en Valladolid se le conoce muy bien, trataba de presionar bien arriba como muestra de identidad del entrenador vasco, una presión que sella en los equipos que entrena.
Pese a esto, en el minuto veintiséis, Javi Guerra estuvo a punto de abrir el marcador, tras un gran centro de Omar Ramos. También Osasuna, a la media hora, estuvo a punto de marcar, con un cabezazo de Oriol Riera, que aprovechó un centro-chut de Miguel de las Cuevas. Sin embargo, no aprovechó la ocasión y con el cero a cero se llegó al descanso en el marcador.
La segunda mitad transcurrió por los mismos derroteros iniciales, Peña, Heinz, Rama y Osorio sustituyeron en el descanso a Bergdich, Valiente, Ebert (con molestias gastrointestinales) y Guerra. Pero, pese a las permutas, la mejor ocasión en el inicio de la segunda mitad la tuvo Osasuna con un buen disparo de Onwu que despejó a córner un acertado Diego Mariño.
Con todo, el Pucela encontró el premio en el minuto 55, tras un balón dividido, en un córner, Jesús Rueda emergió para mandar con la izquierda el balón al fondo de las mallas rojillas. La alternancia, luego, siguió en ambas áreas, con ocasiones para los dos equipos. Así, el gol del empate de Osasuna llegó de manos de Onwu, que, con el interior, aprovechó para batir al portero pucelano en un balón perdido en el área.
El carrusel de cambios siguió Manucho y el debutante del filial Carmona, entraron por Óscar y Rukavina, respectivamente. El joven lateral derecho del Promesas cuajó una aceptable actuación y, de hecho, un centro suyo estuvo a punto de aprovecharlo el delantero angoleño, que finalmente no pudo materializarlo.
Al final, Osasuna pudo ganar, pero Armenteros se encontró la buena intervención de nuevo de Mariño, que completó un partido fantástico y permitió que el Real Valladolid no sufriese la segunda y última derrota de la temporada. Aunque lo hubiera hecho, en cualquier caso, las sensaciones no habrían sido negativas, pues, como reconoció Juan Ignacio Martínez en la posterior rueda de prensa, el equipo llega al debut liguero «en condiciones para competir».