El primer refuerzo del Real Valladolid para la temporada 2013/14 es un lateral derecho colombiano de veintiséis años. Firmará por un año, cedido con opción de compra y procede del Once Caldas.
Carlos Suárez reconoció en la presentación de Juan Ignacio Martínez que la plantilla no estaría cerrada el ocho de julio, día en el que los jugadores deben presentarse en Valladolid. Se refería, claro está, a los refuerzos que están por venir. Aunque alguna cara nueva habrá. Y la primera, salvo sorpresa, será la de Gilberto ‘Alcatraz’ García, lateral derecho colombiano cuyo pase pertenece al Once Caldas.
El defensa cafetero tiene veintiséis años y ha sido internacional en una ocasión, ante Camerún, en un partido amistoso en el que jugó los noventa minutos, si bien ha formado parte de otras cuatro convocatorias.
El salto «a la mejor liga del mundo» es «importante», tal y como reconoció el propio Gilberto García este viernes en Ser Deportivos Valladolid, podría brindarle la posibilidad de «volver a la selección y estar en el Mundial», si bien él mismo es consciente de que, para ello, deberá «aportar muchas cosas» y ganarse el puesto.
No lo tendrá fácil, menos aún si los rumores que sitúan al serbio Antonio Rukavina fuera del Pucela no se convierten en noticia de salida, aunque Alcatraz, dice, llega a su nuevo equipo «feliz y con todas las ganas del mundo de cumplir un sueño que tenía desde niño: poder jugar en Europa. Valladolid va a ser un club muy importante para mi crecimiento personal y futbolístico».
Aun siendo consciente de que llega a un equipo cuyo «objetivo principal es mantener la categoría», no descarta mirar más arriba en la clasificación. «Si a eso se le suma una buena campaña, uno tiene derecho a soñar. Estoy seguro de que se va a pelear por cosas importantes», manifestó a la Cadena Ser Valladolid un jugador que se ha informado ya sobre el club y la ciudad. «Sé que es un sitio tranquilo y que acaban de cambiar de técnico».
A falta de que el pase se convierta en oficial, cuando el jugador viaje a España a pasar el pertinente reconocimiento médico y estampar su firma en el contrato, lo hará en calidad de cedido, durante una temporada, en la que deberá ganarse la firma definitiva por el Real Valladolid, que se reserva una opción de compra para el final del curso 2013/14.
Muy ofensivo y con buen disparo de media distancia
El lateral tolimense, de hecho, ya se ha despedido de los que hasta la fecha han sido sus compañeros en el Once Caldas, un conjunto al que arribó este mismo año, procedente del Deportivo Pasto. En Manizales, durante el primer semestre de campaña, disputó diecisiete partidos, quince de ellos como titular, en los que marcó dos goles y dio cuatro asistencias.
Uno de ellos fue desde el punto de penalti. El otro, de tiro franco, uno de sus mayores fuertes. Se trata, además, de un lateral largo, muy rápido y de ida y vuelta, que se autodefine como «muy atrevido y constante asistidor de los delanteros» y cuenta con una técnica depurada y buena capacidad asociativa.
En Once Caldas, desde su llegada, ha sido un jugador importante y con jerarquía, si bien en la selección le está costando más hacerse con un hueco.
En la selección cafetera tiene por delante a Camilo Zúñiga, un carrilero perteneciente al Napoli muy potente, con gol y que suma en Italia muchos minutos de calidad. No obstante, como al que de momento será su rival por el puesto en el lateral derecho, Toni Rukavina, el pase a una de las principales ligas podría permitirle entrar en las convocatorias de Pékerman con mayor asiduidad.
Rusbel Franco, periodista colombiano que sigue la actualidad de Once Caldas en Radio Caracol, explicó a Ser Deportivos Valladolid que se trata de un jugador ambicioso y muy profesional que, en los meses que ha estado en Manizales, no ha protagonizado «ni un solo escándalo; es una gran persona».
Esta última cualidad ha sido destacada también por parte de uno de sus valedores en Valladolid, el exblanquivioleta, Harold Lozano, en declaraciones a El Norte de Castilla. Alcatraz, que pudo vestir tiempo atrás la camiseta de Estudiantes de La Plata, es, a su vez, un jugador muy religioso, tal y como se pudo comprobar en sus palabras de despedida de Once Caldas a El Tiempo, en las que hizo referencia a Dios y a su familia, principal protagonista de los más de quince tatuajes que lleva en la piel.