Juan Carlos Alonso, experto en cuestiones arbitrales, explica cómo vio la jugada que terminó desembocando en la derrota del Real Valladolid en Mestalla.
Cuando Jesús Domínguez, director de este portal que nos comunica a toda la familia blanquivioleta, me propuso el comentar aspectos de reglamento y acercar mis conocimientos y experiencia, nunca pensé que la jugada del año iba a ser un saque de banda a 95 metros de la portería y por cuestiones del destino acabara en gol.
Pero esto es el fútbol. Hasta el más nimio detalle desata las pasiones y críticas encendidas. Aunque lo mejor será dejar estas disquisiciones a un lado y centrarse en el posible error o empecinamiento. Y digo posible porque nos falta la explicación del principal señalado, que no es otro que Alejandro Hernández Hernández que, dicho sea de paso, es una de las jóvenes promesas del arbitraje español y hasta el dichoso saque de banda su labor estaba siendo más que buena.
La jugada en sí es clara. Un balón sale por línea de banda, impulsado por un jugador del Valencia. Balenziaga se aleja del balón indicando que va ser Óscar el que ejecute el lanzamiento.
En ese momento, un jugador del Valencia que no se observa en televisión realiza el saque, bien por descuido o por indicación de Hernández, que permite la acción.
Analizada la jugada con las imágenes y las declaraciones de los protagonistas solo se me ocurren dos escenarios que pudieron acontecer:
- La primera, que ante el saque inesperado del jugador del Valencia y al ver el balón en juego, el árbitro se despistase y no pudiese reaccionar a tiempo para indicar que el equipo que había ordenado que sacara era el Valladolid.
- La clave está en la jugada anterior, donde reprime fuertemente a Rukavina porque está retrasando el saque. Esto le va poniendo en aviso y, en la jugada de marras, al ver como Balenziaga abandona la posición del saque, no reacciona correctamente, bien para advertirle o amonestarle por perder tiempo, y al sacar el jugador del Valencia se obceca y deja continuar.
La primera opción es una negligencia por falta de atención a quien debe ejecutar los saques. Lo segundo sería un problema de actitud, ya que supondría el querer solucionar una jugada sin atenerse al reglamento. «Como no sacas y quieres perder tiempo, dejo sacar al equipo contrario», un detalle más propios de otras categorías y que llevaría consigo el error técnico.
Evidentemente, la jugada le traerá consecuencias negativas en su informe y posiblemente tenga un descanso mediático.