Una vez más, y gracias a su gol ante Osasuna, los hinchas pucelanos se han vuelto a plantear una cuestión que lleva en el aire desde el comienzo de la Liga: ¿Por qué Haris Medunjanin no es titular en el Real Valladolid? El bosnio fabricó otra obra de arte en el Reyno de Navarra, que además tiene más mérito si tenemos en cuenta que lo marcó con su pierna mala, la derecha.
Hagamos un rápido repaso a sus estadísticas este año. Medunjanin ha jugado casi 700 minutos, 690 para ser exactos. Estos se reparten entre seis partidos que ha jugado de titular y en otros diez en los que ha salido desde el banquillo. Esta temporada ha marcado cuatro goles, a cada cual de ellos más “galáctico”.
El primero de ellos tuvo como víctima al Depor. El partido estaba ya decidido con un 3-0 a favor de los blanquivioletas y el José Zorrilla estaba de fiesta, pero faltaba él. Medunjanin no quería faltar al espectáculo y cerró la cuenta con su primer gol en la temporada, que suponía el cuarto para el Pucela. Manucho se la cedió en la frontal y Haris, con un bonito globo, coló el balón en la portería poniéndolo cercano a la escuadra izquierda de Aranzubía.
El segundo fue en Cornellá-El Prat. Alberto Bueno le dejó con el pecho el esférico para que el bosnio lo empalmara con violencia con la pierna zurda al fondo de la red y así rescatar un punto para un Valladolid que se ahogó entre la defensa españolista y el buen planteamiento que había hecho el entrenador perico, Mauricio Pochettino.
El tercer gol fue el más valioso y emocionante de todos los de Medunjanin esta temporada. En el último minuto ante el Sporting, empate a uno, recibe un balón en largo, lo controla, recorta a dos rivales y para adentro. Un gol que supuso la victoria pucelana y unas vacaciones navideñas más tranquilas, tanto para los jugadores como para los aficionados.
El último de los cuatro, bien cercano lo tenemos. En el Sadar, pelotazo en largo de Justo Villar, dejada de Manucho a Haris con el pecho, control y derechazo inapelable a la escuadra de Ricardo. Cuatro goles como cuatro soles. Medunjanin no sabe marcar goles feos, está claro.
Retomando lo que decía antes, la gente se pregunta por qué narices aún no es titular si cada vez que sale al campo desde el banquillo es capaz de marcar un gol como cualquiera de los anteriores que acabamos de recordar. Pero es que no todo es tan bonito como lo estoy pintando.
Medunjanin ha marcado estos cuatro goles saliendo desde el banquillo, y en las seis veces que ha sido titular no sólo no ha marcado, sino que su actuación en estos partidos en los que ha salido de inicio ha sido bastante discreta.
A su llegada, Onésimo parecía que contaba con él como titular, y en su primer partido como entrenador, contra el Valencia, ya lo puso en el once inicial ¿El resultado? Apenas ni se vio a Haris en todo el partido. Ni uno de sus pases mágicos, ni un buen regate, ni muchos menos un gol. Contra el Zaragoza repitió titularidad, y también resultado. Nada de nada. Diego Costa fue el que se echó el equipo a la espalda y el que acaparó todo el protagonismo contra los maños.
Medunjanin, por lo que hemos podido ver hasta ahora y se ha demostrado a lo largo de esta temporada, es más bien el revulsivo del Real Valladolid. Es de esos jugadores que si juegan de inicio, no sobresale tanto como si hubiera saliendo como suplente. No tiene por qué ser tan cierto lo que estoy diciendo, ya que sólo ha sido titular en seis ocasiones de los veintitrés partidos de Liga y quizá no es suficiente para demostrar lo que vale y lo que puede aportar al equipo saliendo de inicio.
Pero lo que también está claro es que Medunjanin se ha ganado el respeto y la admiración de la grada saliendo desde el banquillo y quizá así es como lo debería mantener Onésimo. Ganándose al público haciendo sus regates y marcando sus golazos, pero siendo como revulsivo para cuando las cosas se ponen feas o el partido está atascado.