Jugadores y club no llegaron a un acuerdo para que ambos saliesen de Zorrilla, por lo que acompañarán a Guerra en el ataque.
Aunque la intención era que llegase por lo menos un punta, el Real Valladolid intentará mantener sus registros goleadores de las últimas campañas sin caras nuevas, en buena medida porque dos de las viejas no quisieron cambiar de airea. Así, Javi Guerra, Alberto Bueno y Manucho son los tres delanteros con los que Miroslav Djukic cuenta en este momento. Tres jugadores que actúan en el mismo lugar, pero completamente diferentes.
Guerra es un ‘killer’ del área. Pero no solo se desenvuelve ahí, sino que también retrasa su posición para ayudar a crear el juego. A orillas del Pisuerga ha conseguido pegar el salto que venía buscando desde hace mucho tiempo, tanto en juego como el números, pues el ‘Nueve Rompecorazones’ ha logrado nada menos que 49 goles en las dos temporadas que lleva vistiendo la elástica blanquivioleta.
La zona en la que mejor se encuentra Alberto Bueno es la del ‘nueve y medio’, a caballo entre el hábitat natural del ‘diez’ y el área. No obstante, su calidad y versatilidad le permiten actuar en la banda o como único delantero, donde ya ha demostrado que sabe hacer goles. Poco a poco, durante el pasado año, adquirió la chispa que le faltaba, y este año después de que Djukic le concediese una segunda oportunidad deportiva, más que personal, ha de afianzarse como el gran jugador que es.
En múltiples equipos hay delanteros llamados ‘tanque’, que se definen como jugadores corpulento y que saben aprovechar ese físico por el bien del grupo. En el caso del Valladolid, el ‘tanque’ es un ‘aviador, el angoleño Manucho. Con una altura considerable y una forma espectacular, el ‘palanca negra’ tratará de ser el Plan B de la filosofía vallisoletana. Su fuerte disparo con la zurda es una de sus principales características. Como, por suerte o por desgracia, su peculiaridad.