El único cambio que afecta a la meta tiene que ver con el arquero que alternará primer equipo y filial, en este caso Rodri.
El bloque principal se mantiene respecto a la anterior temporada. Ninguno de los dos guardametas de la primera plantilla había jugado en Primera División. Jaime recordará el veinte de agosto de 2012, el partido contra el Zaragoza, como una fecha muy especial. Tiene 32 años, pero más vale tarde que nunca. Por su parte, Dani Hernández todavía no ha tenido la oportunidad.
Jaime Jiménez se ganó el respeto del público de Zorrilla al realizar una gran temporada pasada. Fue muy importante con sus intervenciones, que dieron muchos puntos al equipo. Si continúa ocultando sus carencias en las salidas y con el juego con los pies tras ese nivel, su voz seguirá sonando firme y alegre.
Esperando su oportunidad en el banquillo se encuentra Dani Hernández. El venezolano aprovechó la lesión de Jaime en el partido de ida del play-off ante el Elche para que la grada blanquivioleta conociera a un gran portero. Un sueño hecho realidad que se convirtió en un ansiado ascenso. Su gran altura muestra seguridad en los balones aéreos, aunque en ocasiones falla en los lanzamientos lejanos.
En el filial está el tercer portero para Djukic. Rodri, ya recuperado de la lesión que le tuvo apartado de los terrenos de juego una parte de la pasada temporada, ‘El Torero’ creció mucho a las órdenes de Torres Gómez y, si tiene su oportunidad, la aprovechará gracias a sus buenos reflejos.