El medinense fulminó al filial en el tiempo de descuento.
Comienzo con sorpresa y decepción para el Promesas, después de empezar perdiendo ante La Granja en el partido del debut sin demasiado merecimiento, pese a que los locales dominaron pero sin apenas disponer de ocasiones claras.
Enfrente tenían a un rival muy bien trabajado por el que fuera técnico del filial, Manuel Retamero, que impidió toda posibilidad de conseguir los tres primeros puntos. Y es que conocía de sobra las virtudes de los jugadores a los que se enfrentaba y les anuló en su parcela creativa.
Ruba, Rubén Díaz, Pesca y Amaro gozaron de tímidas oportunidades antes del descanso, mientras que su rival llegó al asueto sin disparar a puerta, esperando su oportunidad.
Los minutos pasaban y los vallisoletanos se desesperaban al no llegar el gol. Pesca pudo conseguirlo con un lanzamiento de falta, como antes Xavi, pero su chut salió demasiado flojo, fácil para el cancerbero.
Y cuando todos daban por hecho las tablas, en el minuto noventa y dos, llegó el mazazo con una jugada muy desafortunada. Una cesión fallida de Adrián Pérez a su portero Rodrigo se quedó corta y Ricardo, a puerta vacía, daba los tres puntos a los del Real Sitio.
Así pues, mal comienzo para un Promesas al que le faltó fútbol y al que ya sólo queda pensar en el próximo envite, que será el próximo domingo en el feudo de la Segoviana. Después de su descenso desde Segunda B, los segovianos, sin duda uno de los favoritos para el salto de categoría, han empezado endosando un set al Cuéllar.
Real Valladolid Promesas: Rodrigo; Tekio, Iván Casado, Bardanca, Adrián Pérez; Pesca, Gil (Álex González, minuto 59); Ruba (Alberto, minuto 64), Amaro, Zubi (Anuar, minuto 77); Rubén Díaz.
CD La Granja: Yiyo; Xavi, Pluma, David Franco, Adrián; Guillermo (Domingo, minuto 70), David (Chechi, minuto 74), Iván (Juli, minuto 84), Kike, César Bravo; Ricardo.
Goles: 0-1 Ricardo, minuto 92.
Árbitro: Javier Pérez Martín (Burgos) amonestó a los locales Amaro, Rubén Díaz y Gil y a los visitantes Xavi, Guillermo, Iván y Kike.