El camino es francamente complejo. Es lo que muestran las cuentas que se están echando tras un nuevo varapalo en el calendario que le queda al Valladolid para aferrarse en Primera División. La realidad es que la clasificación general de la tabla de LaLiga indica que el Real Valladolid está a once puntos del que marca la salvación (en este momento, el Leganés). Y aunque aún no dicen los números que el Pucela será equipo de LaLiga Hypermotion, sí indican que lo que queda será muy cuesta arriba.
Las cuentas ahora mismo son lo que son: Con once puntos separando la línea de flotabilidad en Primera División, el Valladolid debería ganar, como mínimo, cuatro de los once partidos que restan para alcanzar únicamente la línea de flotabilidad en Primera. Una línea de vida que jornada a jornada se va haciendo más distante. De momento, se trata de un tercio de los puntos aún por disputar (11 de 33 puntos posibles). Una distancia francamente enorme y más sabiendo que, desde ahora y hasta el final del campeonato, al Valladolid le queda medirse con equipos como Atlético de Madrid, Real Sociedad, Betis o Barcelona.
El nivel del equipo parece indicar que la realidad de esta plantilla, por el momento, está lejos de la salvación esta temporada. Ni el nivel mostrado ni los errores que semana a semana se aprecian en el equipo parecen acompañar las opciones de lograr alcanzar la meta. La dureza de esta situación, que bebe principalmente de la falta de capacidad competitiva durante esta campaña, argumenta la dureza del análisis, que incluso dentro de las cuentas y las matemáticas, tiene un escaso margen para moverse hacia la salvación.
Duro reto ante el Celta sin margen para el error
En estas circunstancias, ni siquiera da algo de tregua el calendario, con duelos en casa que no permiten al equipo soñar más allá de la gesta. El próximo reto en feudo vallisoletano será ante el Celta de Vigo de Giráldez. Un equipo que, a pesar de haber coqueteado con el descenso varios años, ahora se presta más a un último arreón para alcanzar puestos europeos y mirar la vida desde otra altura. Retos que obviamente impulsarán a los gallegos ante el colista y que harán que el Valladolid deba dar el todo o nada ante un durísimo rival el próximo sábado.