Jordi Masip ha decidido colgar los guantes. Así lo confirmó este viernes en ‘Onze’, magazine nocturno de la TV3, donde, de hecho, de alguna manera vino a reconocer que la decisión es anterior; que la retirada data de tiempo antes, toda vez que el pasado verano rechazó ofertas de varios equipos para volver a casa con su familia. «Fue una decisión meditada. Estoy contento y tranquilo con ellos y disfrutando de ver partidos de otra manera», explicó.
El anuncio del cancerbero catalán coincide prácticamente con la visita del Real Valladolid a Mestalla, donde escribió la crónica negra más dolorosa de su carrera profesional, con un fallo que condenó a la remontada valencianista en lo que supuso el principio del fin del último descenso. «He visto lo mejor y lo peor del fútbol», confesaba el ya exportero en ‘Onze’, si bien optó por quedarse con lo bueno: «En Valladolid me hice un nombre en Primera, jugué muchos partidos, conseguí ascensos, permanencias…».
Jordi Masip baraja ahora formarse como entrenador de porteros para «transmitirles y que aprendan un poco» de lo que él aprendió durante su trayectoria, decisión que viene de la mano de la meditada de dejarlo para estar en Barcelona, cerca de su familia. En Pucela, con todo, dejó grandes amigos, y por eso sus deseos son los mejores para el Real Valladolid: «Me gustaría que se salvasen por toda la gente que conozco. Merecen estar en Primera División por la gente y por la afición. Les deseo la mejor de las suertes».