El Real Valladolid Promesas logró una contundente victoria sobre el Celta B en un partido donde el exceso de relajación en el tramo final pudo pasar factura a los de Baraja

Victoria, goleada y sufrimiento. Tres palabras que resumen el partido que el Real Valladolid Promesas disputó en Balaídos. Tres errores de la zaga gallega ofrecieron los tantos en bandeja a los de Baraja. Pero fue a raíz del tercero que el equipo se echó atrás y pecó de exceso de confianza, algo que aprovechó el Celta B para meter en problemas a su rival.
Ya sea por ver al público en Balaídos –mil socios asistieron al encuentro– o por el contexto –era el primer partido de la segunda fase–, el partido venía presagiando que iba a dejar indiferente a nadie, unas sospechas que no tardaron en hacerse realidad. Poco más de cinco minutos habían pasado desde el pitido inicial cuando llegó el primer gol del Promesas. Un error garrafal de la defensa gallega permitió a Uche recuperar en el borde del área y filtrar para Kuki Zalazar, que no se puso nervioso y batió por abajo a Sequeira.
El gol dejó a muchos descolocados, que no se podían creer la forma en la que el Celta B había saltado al verde. Era un equipo sin ideas, lento y que parecía incapaz de proponer juego. Una situación muy diferente a la del Promesas que, con Baraja dejándose las cuerdas vocales en la banda, parecía sentirse muy cómodo ante los espacios que ofrecía jugar en un estadio como Balaídos.
Por suerte para los locales, el paso de los minutos hizo que el conjunto celeste tomara conciencia de lo que estaba ocurriendo. Y fue gracias a Sergio Carreira y a sus internadas constantes por banda derecha, que hicieron la vida imposible a Vilarrasa y por donde llegaron las mejores ocasiones de los locales.
Sin embargo, cada ataque de los vigueses quedó en nada gracias a la defensa del Promesas. Con las líneas bien colocadas y con Gaizka siempre atento a cualquier peligro, el equipo de Baraja logró sobrevivir, aunque no conseguían evitar que el Celta B ganara presencia, lo que hizo saltar las alarmas en los castellanos.
Pero cuando mejor se encontraban los gallegos llegó el segundo de los visitantes. Y fue cuando entró en juego el papel de Moha. Y es que el mediocentro le dio la pausa que tanto pedía Baraja desde la banda. Temporizó y movió al equipo, lo que permitió a Sergio López encontrar un hueco para internarse y filtrar para Uche que, delante del portero y con gran calidad, puso la pelota en la escuadra. Cero a dos y el Celta B con el agua al cuello.
Pero de nuevo, como había ocurrido con el primero, los locales no bajaron los brazos y, como pidió Onesimo desde el banquillo, siguieron jugando con cabeza. Fue entonces cuando llegó la más clara del Celta B. Una gran jugada por banda de Losada le permitió filtrar para Bruninho, que, solo en el punto de penalti, disparó, pero el tiro se marchó muy cerca del palo. Baraja volvía a respirar.
Los celestes lo siguieron intentando, pero la muralla formada por los dos centrales del Promesas conseguía, por todos los medios posibles, despejar el peligro rival. Algo que se repitió hasta que el árbitro señaló el camino a los vestuarios.
Tras el descanso, los papeles con lo que los protagonistas dejaron el verde se mantuvieron. Era el Celta B quien, movido por la necesidad, presionaba cada salida de balón rival y acumulaba hombres en el área rival, algo que Baraja pareció prever en el descanso y modificó la posición de los suyos, retrasando línea y reduciendo al mínimo los espacios por el medio.
Esta táctica mantuvo a raya a los gallegos, que no lograban crear el peligro suficiente en la portería rival, a pesar de jugar prácticamente en tiempo rival. Pero de nuevo, como había pasado en los anteriores goles, un error condenó a los locales. Una perdida en mediocampo permitió a Moha recuperar y filtrar a Sergio López. El lateral, aprovechando la mala disposición de los jugadores locales, avanzó hasta el área y dejó para Fran Álvarez, que solo tuvo que empujar la pelota al fondo de la red.
Con el tercero, y sin nada que perder, el Celta B se fue con todo al ataque. Y fue con los cambios del Promesas, donde baraja optó por apuntalar la línea defensiva para evitar sorpresas, cuando llegó el dominio local. Con un filial pucelano dejándose llevar ante la ventaja en el marcador, llegó el peligro rival. A pesar de no ser jugadas con peligro claro, sí que despertaron a una grada de Balaídos hasta ahora dormida.
Y tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe. El Celta B, de la mano de Carreira, que era un extremo más en el ataque gallego, encontró el gol en un remate de Kevin Soni, que batió por debajo a Gaizka.
El gol hizo levantar del letargo a un Celta B que aún se veía con opciones de meterse en el partido. Pero apareció Gaizka Campos para evitarlo. Y es que el portero del Promesas encadenó parada tras parada para salvar a los suyos. Una de ellas digna de calificar de brillante, con una mano providencial para desviar un disparo de Hollsgrove que se colaba por la escuadra.
Con los locales volcados en el área pucelana, Baraja siguió apuntalando una defensa que resistía a duras penas las embestidas rivales. Con tres centrales sobre el terreno, el Promesas dejó que los minutos pasaran y, sin complicaciones, optó por la resolución del popularmente conocido como ‘patadón’ para alejar cualquier tipo de peligro.
Y con un Celta B nadando para ahogarse en la arena, y un Promesas que sufrió más de lo esperado el árbitro señaló el final. Victoria contundente, que no sencilla, del equipo de baraja que comienza de la mejor manera posible esta segunda fase y que ahora mira al partido ante el Zamora de la próxima jornada.
RC Celta B: Sequeira; Carreira, Lucas, Pampín, Carlos Domínguez (Gabri, min. 57); Losada (Lautaro, min. 65), Markel, Holsgrove, Bruninho (Solís, min. 57); Manu Justo (Miguel Rodríguez, min. 72) y Josipovic (Kévin, min. 57).
Real Valladolid Promesas: Gaizka; Sergio López, Miguel Rubio, Alonso, Vilarrasa; Oriol (Lucas Freitas, min. 86), Moha (Mikel Carro, min. 66); Castri (Dali, min. 66), Zalazar, Fran Álvarez (Paulo Vitor, min. 72); Uche (Benito, min. 66).
Goles: 0-1, min. 6: Zalazar. 0-2, min. 24: Uche. 0-3, min. 54: Fran Álvarez. 1-3, min. 69: Kévin.
Árbitro: Fernández Buergo, asistido en las bandas por Mier Rodríguez y Álvarez Castaño (Comité Asturiano). Mostró tarjeta amarilla a los locales Markel y Holsgrove, y a los visitantes Moha, Uche, Miguel Rubio y Zalazar.
Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 1 del Grupo I-C de Segunda B, disputado en el Estadio de Balaídos, en Vigo, ante 1.000 espectadores.