Los de Sergio González se llevan los tres puntos gracias a una gran primera parte en la que superaron ofensivamente al Getafe

Después del doloroso empate en el último suspiro en Balaídos, el Real Valladolid volvía a casa para recibir al Getafe CF e intentar dar la vuelta a la mala situación de una vez por todas, mientras que los de Bordalás venían de golear al Valencia CF después de una mala racha de seis encuentros sin ganar. El técnico apreció que su equipo volviera a ser reconocible y se reencontrara con su estilo, con la esperanza prolongar esas sensaciones en el José Zorrilla. La última victoria blanquivioleta fue, precisamente, en el Coliseum frente al Getafe, con Shon Weissman como protagonista. Los de Sergio González buscarían repetir la historia y llevarse los tres puntos contra el conjunto azulón.
Los primeros minutos no destacaron precisamente por el buen juego. El Getafe propuso un juego muy directo con balones aéreos a sus delanteros mientras que el Real Valladolid rechazaba sin demasiados problemas estos intentos de conectar con Ünal y Jaime Mata y aguardaba su oportunidad para salir, sin generar por el momento ninguna ocasión clara. Una vez desquitados los nervios iniciales, los locales comenzaron a ofrecer un juego ofensivo con transiciones muy rápidas que hacían mucho daño al Getafe. Así llegó el primer tanto; Weissman bajó hasta el centro del campo y arrastró a la línea defensiva, recibió y descargó de cara para abrir a banda hacia Sergi Guardiola con intención aprovechar el espacio generado a la espalda de la zaga rival. El atacante recortó hacia dentro y puso un centro al segundo palo a Orellana, que la puso de cabeza hacia Óscar Plano para que abriera el marcador con un buen testarazo. Una gran jugada que ponía el encuentro de cara para los de Sergio González.
Tras el tanto inicial, se le presentaron los fantasmas del pasado al Real Valladolid. De nuevo una acción a balón parado pudo haber complicado innecesariamente al Real Valladolid, que defendió una falta lateral de manera similar a la del Celta, con muchos jugadores dentro del área y muy cerca de su portería. El centro se envenenó y Roberto salió a despejar, pero, con tantos jugadores metidos y pese a pedir el balón a voces, despejó con dificultades después de chocarse con Joaquín. Afortunadamente para el Pucela, la jugada quedó en nada.
Ofensivamente, el cuadro blanquivioleta siguió con su plan y el Getafe se vio superado totalmente en la primera media hora de juego. El Real Valladolid lo aprovechó y Orellana, que estuvo desatado en el día de hoy, protagonizó un contraataque que inició con una conducción del chileno, combinó con Lucas Olaza e intentó ponerla por encima de Soria, pero el cancerbero desvió el balón hacia Weissman y el israelí puso el 2-0 con un soberbio remate de cabeza que tocó en el travesaño antes de entrar en la portería.
La gran primera parte del Real Valladolid solamente se vio un poco empañada por el gol del Getafe, que recortó distancias antes del descanso. Precisamente los ex delanteros blanquivioletas fueron quienes acercaron a su equipo en el marcador. Ünal condujo hasta la frontal y filtró un pase a Jaime Mata, que tiró un desmarque a la espalda de los centrales, recortó frente a Joaquín y cumplió con la famosa «ley del ex». El Yamiq llegó a tocar el balón, pero no logró desviar el disparo del madrileño.
Llegó el tiempo de descanso con el Real Valladolid por delante en el electrónico y con unas buenas sensaciones que hacía tiempo que no se tenían. Sin embargo, el Getafe es un equipo que ha ganado más puntos en las segundas partes que en las primeras y el Pucela es, junto al Huesca, el que más puntos pierde en los tramos finales de los encuentros. Por tanto, no había motivo alguno para relajarse.
La segunda mitad fue completamente diferente a la primera. Los de Sergio González generaron menos ocasiones, pero contuvieron bien a un Getafe que no logró generar ocasiones claras, más allá de un disparo de Aleñá que se marchó por línea de fondo tras ser desviado por un defensor y una acción de Kubo por el lado derecho que salvó Roberto con una espléndida intervención. El Real Valladolid también pudo aumentar de nuevo su ventaja mediante Orellana, que recogió un pase atrás de Janko y disparó desde la frontal al palo largo, pero Soria sacó una buena mano para enviar el balón a córner. Asimismo, el colegiado expulsó a Jaime Mata tras un encontronazo con El Yamiq en el que el delantero levantó la pierna desde el suelo con intención de darle al central. El resultado permaneció inmóvil en la segunda mitad y se confirmó la victoria blanquivioleta, una victoria muy necesitada que, además, deja buenas sensaciones, sobre todo por el despliegue ofensivo de la primera parte.
Con este resultado, el Real Valladolid sigue con la cabeza fuera del descenso y visitará a Osasuna en la próxima jornada. El conjunto navarro se encuentra tres puntos por encima de los de Sergio González a la espera de lo que haga esta noche frente al FC Barcelona. Con todo, las buenas sensaciones del Pucela plasmadas en este encuentro dejan vislumbrar un rayo de luz al final del túnel. Si el equipo muestra la actitud, la velocidad y, sobre todo, la idea de la primera media hora del encuentro de hoy, tiene motivos de sobra para creer en la permanencia. Aún hay tiempo de reacción y capacidad de sobra para intentar no caer en los mismos errores que se sucedían jornada tras otra. De lo contrario, esta victoria quedará como un oasis en medio del desierto.