El cuadro naranja suma su tercera derrota consecutiva frente a un Madrid CFF B que fue un igual y ante el cual las de Rubén Jiménez, de nuevo, no merecieron perder
El José Luis Saso no ha acogido público en toda la temporada debido a las restricciones sanitarias provocadas por el coronavirus. Y sin embargo, en vistas de sus partidos y resultados, cualquiera diría que al CD Parquesol Patatas Meléndez le ha mirado un tuerto. Ante el Madrid CFF B sumó su tercera derrota seguida, como las anteriores, sin merecerlo; lo que llegados a este punto puede sonar complaciente, pero no: otra vez el juego, sin ser el mejor del mundo, debió servir para algo más que para caer.
De golpe y porrazo, parece como si las naranjas se hubieran convertido en boxeadoras, bien sin pegada o bien incapaces de superar la defensa de una homóloga irlandesa, de apellido Murphy, hermana del de la ley. Solo así, y con base en lo impredecible del fútbol, se puede comprender que la alegría del golazo de Ángeles del Álamo durase tan solo tres minutos. La atacante recibió el cuero, realizó un recorte en seco que le dejó el balón a la izquierda, con la que golpeó con virulencia a la escuadra contraria para poner el uno a cero.
La buena presión inicial y los intentos de verticalizar el juego surtieron ese efecto, gaseosa cuando empató el Madrid B. Una jugada embarrada por el costado izquierdo acabó con el esférico cerca de la línea de cal y con Julia Hernández ganándolo en el cuerpo a cuerpo antes de poner el balón adentro, para que Yolanda Albalat pusiera el empate llegando desde atrás y llevara el desconcierto a las parquesolinas, que no se lo estaban pudiendo creer. Fue como si de repente la tostada a la que le estaban poniendo mantequilla se les cayera al suelo, cómo no, con la cara untada hacia este.
Como si lamentaran un bucle repetido y estridente, a las pupilas de Rubén Jiménez les costó recuperarse unos minutos, en los que el balón no fue de nadie aunque todas la querían. Después de intentar encontrarse con balón en campo rival, el ‘clic’ fue la múltiple ocasión marrada superada la media hora. Ángeles ganó la posición y centró, Merino no alcanzó a rematar y sí lo hizo Charle, pero su disparo lo sacó Pichi bajo palos. Henar remachó, pero Silvia Chíes evitó el segundo con un paradón justo antes de caer sobre su hombro y lesionarse.
Los cuatro minutos empleados en atenderla detuvieron al Parquesol, que no encontró el camino hacia la puerta a pesar de intentarlo antes del descanso. Por contra, Andrea Fernández ganó la espalda a Iria y se plantó en zona de remate, golpeando en el larguero y equilibrando las sensaciones del entretiempo, al que se llegó con igualdad en el marcador, en oportunidades –más o menos– y en sensaciones. Las buenas las quisieron refrendar las naranjas en el arranque, con dos aproximaciones por la izquierda que no se tradujeron en oportunidades reales.
Y en un pispás, en apenas dos minutos, justo después de que pareciera que las parquesolinas habían salido mejor y confirmaban una ligera superioridad, llegó el uno a dos. Una buena combinación posterior a un saque de banda terminó con un pase a la espalda de la última línea hacia Andrea Fernández. Lucía, atenta, salió, pero la atacante la evitó en primer término. Cuando alguno podía pensar que se enredaba, pues la portera hasta volvió a los palos, puso el balón allí donde no había ninguna pierna para adelantar al filial.
Sin desmerecer el trabajo de las visitantes, las caras de las jugadoras locales lo decían todo; cómo podía ser. La incredulidad y el «otra vez no» se apoderó del Parquesol, que, sin embargo, con fe se volvió a rehacer y volvió a disponer de ocasiones de gol. Primero, un centro de Sandra Pascual acabó en las botas de Sara Buitrago, que no remató ligeramente desviado dentro del área pequeña. Después, en un remate inverosímil, disparó al larguero en la ocasión más franca de la segunda mitad.
El reloj corría y lo hacía en contra de los intereses del equipo de Rubén Jiménez, que se volcó hasta cerrar con solo las centrales, con Regi y con Ylva casi como extremos y con Henar actuando como libre, pero avanzada. Sin embargo, la falta de precisión en el último tercio y el muro edificado por el Madrid B hicieron que poco a poco los minutos se fueran consumiendo y que el corazón latiera cada vez más autómata y menos creyente. Así, los intentos siguieron hasta el final, pero cada vez menos claros y sin llegar a convertirse jamás en una amenaza real.
Al final, incluso el Madrid B tuvo alguna contra aislada en la que poder hacer un tercero que habría sido injusto. Que ganase en el Saso no lo fue; seguramente en su vuelta a la capital ese sería el pensamiento. No obstante, quedó la sensación también de que el CD Parquesol Patatas Meléndez se llevó un excesivo castigo contra otro rival que, como Friol y Pozuelo, no fue superior aunque así lo dictara el resultado. Cosas del fútbol y Murphy.
CD Parquesol Patatas Meléndez: Lucía; Regi, Maka, Carla, Iria (Ylva, min. 79); Henar, Nata; Merino (Sara Buitrago, min. 57), Charle (Hana, min. 63), Sandra Pascual; y Ángeles.
Madrid CFF B: Silvia Chíes (Ninochka, min. 40); Totana, Pichi, Ana Fernández, Pauline; Silvia Pérez, Yolanda Albalat; Gema Prieto (Irene López, min. 75), Julia Hernández, Andrea Fernández (Marta, min. 75); y Okoye (Osorio, min. 75).
Goles: 1-0, min. 12: Ángeles. 1-1, min. 15: Yolanda Albalat. 1-2, min. 47: Andrea Fernández.
Árbitro: Carlos Cañibano Arias (colegio vallisoletano).
Incidencias: 13ª jornada de la Reto Iberdrola Grupo Norte A. Partido disputado en el José Luis Saso a puerta cerrada. Antes del partido, las naranjas realizaron un homenaje a su compañera Claudia Rodríguez, lesionada de gravedad.