El Real Valladolid Promesas logró los tres puntos gracias a dos goles del hispano-uruguayo y a una gran segunda parte

Foto: Real Valladolid
Victoria de importancia mayúscula la que consiguió el Real Valladolid Promesas ante el Marino de Luanco. Dos goles de Kuki Zalazar dieron los tres puntos al equipo de Baraja, que dominó en la segunda parte, en la que no dio opciones a un conjunto asturiano que bajó los brazos tras el segundo de los locales. Gaizka Campos fue clave y paró el penalti que hubiera acercado a los visitantes en el marcador.
Comenzó el duelo con ambos equipos probándose, pero pronto llegó la avalancha de oportunidades para los dos. El Promesas fue el primero en tomar las rienda, y fue con un juego vertical por banda izquierda, por donde llegaría la primera del partido. Una jugada combinativa que comenzó con Dalisson, muy activo en la primera parte, que filtró un balón para Sergio Benito. El delantero se giró y vio la llegada de Uche, pero su remate se fue desviado rozando el palo.
Opto Javier Baraja por salir con dos delanteros en punta, aprovechando la recuperación de Uche, algo que pareció sorprender al Marino, ya que las constantes combinaciones entre los dos hombres de ataque volvieron loca a la defensa rival. Así llegó la más clara del Promesas. Benito se desmarcó y recibió en el área, y tras llegar a línea de fondo vio la incorporación de Uche. Este recibió desmarcado en el punto de penalti, pero en el momento de disparar colocó mal el cuerpo, haciendo que el balón se desviara de la trayectoria y se estrellara en el palo.
El Marino de Luanco parecía hundido, resignado a tener que soportar las embestidas del Promesas. Y tuvo que ser a balón parado donde llegara la mejor oportunidad de los visitantes. Un remate de cabeza que salvó Gaizka Campos, y el rechace cayó a los pies de un jugador visitante. Pero cuando los asturianos ya cantaban el gol, Freitas salvó bajo palos.
Esta oportunidad dio alas al Marino, que pasó a ganar terreno según avanzaban los minutos, obligando al Promesas a retroceder líneas. Y tras un paradón de Chechu al disparo de Kuki Zalazar, desaparecido hasta entonces en el partido, llegó la oportunidad de oro para los asturianos. Luis Morán recibió en la frontal y sin pensárselo dos veces disparó, pero cuando todo el banquillo visitante se levantaba el palo escupió la pelota. Los Anexos volvieron a respirar aliviados y el árbitro señaló el camino a los vestuarios.
En la segunda parte, el Marino parecía salir más decidido a llevarse la victoria, pero era incapaz de crear el peligro necesario para poner en apuros al Promesas. Y la falta de contundencia que tuvieron los visitantes si la tuvo Kuki Zalazar. El capitán, que estuvo desaparecido durante la primera parte, recogió un balón en la banda, y tras deshacerse de manera magistral de dos defensores, definió como si de un ‘9’ se tratara. El Promesas se adelantó en el marcador.
El gol dio alas al filial blanquivioleta, que se volcó al ataque, lo que hizo que el segundo no tardara en llegar. Benito, que se quedó como único delantero tras el cambio de Uche, se internó en el área, donde fue derribado por el central asturiano. Penalti y gol de Kuki, que anotó el segundo del partido y el segundo en su cuenta particular.
A partir de entonces, el choque redujo el nivel de intensidad. El nuevo tanto fue un golpe de derechas para el Marino, que bajó los brazos y regaló la pelota al Promesas, que impuso un nivel de crucero. El partido estaba donde Baraja y los suyos querían.
Pocas líneas más se pueden escribir, ya que no fue hasta los minutos finales cuando el Marino de Luanco despertó. O al menos dio señales de vida, asomándose a la portería de Gaizka, aunque sin crear el peligro suficiente. Con la defensa del Promesas bien plantada y Sergio Benito intentado por activa y por pasiva su gol, llegó el penalti a favor del cuadro asturiano.
Un córner cuando el luminoso marcaba el minuto 93 envió el balón al área, donde Amoah, recién ingresado en el campo, intentó despejar, pero con la mala fortuna de impactar su pierna en la bota de Mendi. Amarilla y penalti. Una pena máxima que hubiera permitido el gol de la honra a los asturianos, pero Gaizka, con un estirada felina, dejó su portería a cero.
Tres puntos que se quedan en casa y dan una dosis inmensa de moral para un Promesas que afronta una de las semanas más complicadas de esta primera fase. El miércoles viajará a Burgos para medirse al líder del grupo, y el domingo deberá medirse a la Cultural en León, dos partidos que marcarán el rumbo del equipo de Baraja en este Grupo 1-B.
Real Valladolid Promesas: Gaizka Campos; Sergio López, Palomeque, Lucas Freitas (Isaac Amoah, min 74), Sergio Nieto; Dalisson (Paulo Vitor, min 82), Fran Álvarez (Elliot, min 74), Oriol Rey (Maroto, min 82), Zalazar; Raúl Uche (Moha, min 59) y Sergio Benito.
Marino de Luanco: Chechu; Lora, Trabanco (Sergio Orviz, min76), Miguel Prado, Iván Fernández (Borja Fernádez, min 60); Nacho Matador (Cesar Suárez, min 72); Morán; Guaya (Borja Rodríguez, min 72), Álex Arias, Chiqui (Enol Rodríguez, min 76) y Mendi.
Goles: 1-0, min 55, Kuki Zalazar. 2-0, min 65, Kuki Zalazar (p.).
Árbitro: El colegiado vasco Ekhiotz Sánchez, junto a los asistentes Jagoba López y Daniel Cristóbal, fue el encargado de dirigir el choque. Mostró cartulina amarilla a los locales Kuki Zalazar, Isaac Amoah y Lucas Freitas. Y en los visitantes vieron amarilla Nacho Matador, Trabanco, Guaya y Mendi.
Incidencias: Partido correspondiente a la décimo tercera jornada del Grupo 1-B de la Segunda División B disputado en los Anexos del José Zorrilla a puerta cerrada.