Contracrónica del Real Valladolid 1-1 Levante
El Real Valladolid salvó un punto en Zorrilla en un partido de más a menos del conjunto de Sergio González ante el Levante. Si bien la primera parte fue del lado de los locales, el marcador se abrió en una segunda mitad que comenzó con energía, con el gol de Marcos André aprovechando una gran contra y centro de Óscar Plano. Cuando parecía que el gol a favor animaba al Pucela a crecerse en campo contrario, con varios acercamientos y un mano a mano malogrado de Alcaraz ante Cárdenas, Campaña convirtió un penalti de Joaquín que estabilizaba un marcador que ya no se movería. Un empate que sabe a poco por las ocasiones falladas, que sigue evidenciando la mejoría que necesita el equipo blanquivioleta para conseguir alejarse de la temida zona de descenso.
Marcos André sigue siendo el punto clave del equipo pucelano. Un estilete con velocidad, buen entendimiento de la posición y, sobre todo, con olfato. El conjunto blanquivioleta tiene en el delantero brasileño la esperanza para mejorar y dar una sensación distinta en el ataque. Su contribución a nivel posicional en la fase ofensiva es fundamental para un Sergio que no acaba de sacar más de Guardiola y que no acaba de dar oportunidades a Weissman. El remate perfecto en el gol es importantísimo, pero todo lo que deja a nivel de juego da argumentos para creer que este Pucela puede ir a mucho más.
Óscar Plano volvió a ser importante en un partido, esta vez como asistente. Su comienzo dubitativo se borró de golpe tras una carrera que convirtió en el paso precio a la asistencia a Marcos André. Su contribución defensiva, ahora también en el perfil zurdo, es vital para la idea de juego de Sergio González y, además, casa perfectamente con el rol de Nacho en esa banda, sabiendo complementarse en la búsqueda de la profundidad en una banda que ha perdido importancia esta temporada pero que sigue dando minutos de calidad para el juego ofensivo pucelano. En el ‘10’ el Real Valladolid encuentra lucha y, en ocasiones, la lucidez suficiente para saber el camino hacia el peligro en área contraria.
Buen papel defensivo empañado por el error de Joaquín. En un papel muy digno de la defensa del Real Valladolid durante todo el encuentro, esa mancha del penalti ensució de alguna manera la estabilidad que demostraron durante muchos minutos. La capacidad de lectura y anticipación de Joaquín y la contundencia de Bruno, muy seguro en el uno contra uno, dieron una tranquilidad que parecía haberse olvidado en el conjunto local. La entrada de Janko, algo desacertado en sus intervenciones, y de Javi Sánchez, para permitir a Joaquín adelantar metros y cubrir el rol de Fede, acabaron por completar la noche defensiva del Real Valladolid.