El Real Valladolid Promesas consigue la primera victoria como visitante frente al Marino en un partido tosco, sin ritmo y con muchas imprecisiones

El Real Valladolid Promesas vuelve a sonreír fuera de casa. Lo hace gracias a una victoria por la mínima ante el Marino de Luanco. Tres puntos conseguidos gracias a un golazo de Miguel Rubio en un choque trabado, repleto de imprecisiones y con la lluvia como uno de los principales protagonistas. Y eso que fue el Marino quien más lo intentó, pero el filial blanquivioleta contó con un factor fundamental en este tipo de partidos: el gol.
Aunque fue poco, muy poco, el fútbol que se vio en la primera parte. Y es que fue el Marino quien, no en juego, pero sin en oportunidades quien tuvo un mayor dominio del encuentro. Los locales salieron con las ideas claras, y prefirieron regalar la pelota al Promesas y basar su juego en transacciones rápidas y jugadas a balón parado.
Esta táctica le salió bien a los asturianos, que ya en el minuto dos, una volea de Mandi, en fuera de juego, obligó a Gaizka a sacar a relucir sus reflejos felinos. Mientras, fue el Promesas quien contó con el dominio del esférico, pero todo quedó en nada ante la imposibilidad de superar una maraña de piernas del conjunto local.
Y fue este guion el que se repitió durante toda la primera parte, con el Marino creando ocasiones que hacía contener la respiración al banquillo blanquivioleta, y con el Promesas incapaz de enlazar una jugada que le permitiera alcanzar el área rival.
No fue hasta los minutos finales donde se pudieron ver las primeras acciones del filial sobre la portería local, aunque no excesivamente peligrosas. Primero fue Paulo Vitor, con un disparo manso a las manos del guardameta, y luego Kuki Zalazar, con una falta que se marchó rozando el palo, quienes lo intentaron. Y fue con esta última jugada con la que el partido se marchó al descanso.
Tras la reanudación, imitando el guion de la primera parte, el Marino tuvo la más clara del encuentro en las botas de Alejandro Arias, pero de nuevo en fuera de juego y de nuevo con la actuación de Gaizka Campos la jugada acabó en nada.
Y cuando parecía que el choque iba a seguir los mismo derroteros, llegó el gol que lo cambió todo. Fue en una falta lateral muy lejana que botó Vilarrasa que puso un balón medido a la cabeza de Miguel Rubio, que, tras elevarse por encima de todos, completó un remate impecable que envió el balón al fondo de la red.
Fue entonces cuando los papeles se intercambiaron. Ahora era el Promesas quien regalaba la pelota a un Marino desesperado y deseoso de encontrar el gol, que le permitiría sumar un punto en el partido. Mientras, el equipo de Javier Baraja apuntaló su defensa para evitar que esta victoria se le escapara de alguna manera.
Los locales lo intentaron a la desesperada, pero les fue imposible superar el muro blanquivioleta. Y eso que los asturianos la tuvieron con el noventa ya superado, pero la falta botada desde el borde del área la despejó Gaizka con una buena estirada.
Con todo esto, el Promesas sumó su primera victoria fuera de casa de la temporada, que también es la primera desde el 24 de noviembre de 2019, un gran subidón a la moral del filial blanquivioleta, que preparará su próximo partido, el de este sábado ante el Numancia en Soria, habiendo alcanzado los diez puntos de quince posibles y al Langreo en el coliderato.
Marino de Luanco: Chechu; Lora, Trabanco (Emilio Morilla, min 62), Miguel Prado, Guaya; César Suárez (Sergio Ruiz, min 85); Míchel; Morán, Álex Arias, Chiqui (Iván Fernández, min 72); y Mendi (Enol, min 72).
Real Valladolid Promesas: Gaizka Campos, Sergio López, Miguel Rubio, Alonso, Vilarrasa, Mikel Carro (Palomeque, min 81), Oriol, Paulo Vitor (Dalisson, min 75), Zalazar, Castri (Víctor Socorro, min 88) y Sergio Benito (Fran Álvarez, min 81).
Goles: 0-1, min 58, Miguel Rubio.
Árbitro: José Antonio Fernández Rodríguez (comité gallego) fue el encargado de dirigir el choque. Mostró tarjeta amarilla al local Álejandro Arias. Y por parte de los visitantes, vieron amarilla Víctor Socorro y Alonso.
Incidencias: Partido correspondiente a la cuarta jornada del Grupo 1-B de Segunda División disputado en el Estadio Municipal Miramar a puerta cerrada.