De manera casi inesperada, llega al Real Valladolid para sumarse otro efectivo al lateral derecho y mostrar las capacidades que le definen como un carrilero profundo y potente en banda derecha

Es cierto que el mercado no ha acabado y que ya decían desde el club que esto no había acabado, pero la llegada de Saidy Janko, por inesperada, ha podido pillar a contrapié a más de uno. El jugador suizo se suma de esta manera a la disciplina blanquivioleta tras firmar por el Real Valladolid hasta el 2024 desde el FC Porto, un equipo en el que apenas había podido sumar por las sucesivas cesiones que vivió en sus últimos años de carrera. Un lateral profundo y con tendencia a jugar con mucho protagonismo en banda que llega a Pucela con intención de hacerse con el puesto de titular.
El jugador suizo, natural de la ciudad de Zürich, se trata de un futbolista de veinticuatro años, que juega como lateral en banda derecha. Cuando hablamos del suizo lo hacemos de un futbolista ofensivo, con una gran potencia y velocidad, que le deja tener una gran presencia en el ataque y que le permite poder volver con garantías a sus deberes defensivos. Esa facilidad para encarar lo convierte en un seguro en el uno contra uno y en jugadas de contragolpe.
Su juego permite al Valladolid contar con un jugador que, con espacios y con un planteamiento de partido en el que el juego ofensivo pase por las bandas, es capaz de sumar de manera diferencial a base de velocidad, desborde y buen criterio a la hora de elegir la opción de pase. El recurso de Janko, además, puede potenciar la capacidad del Real Valladolid a la hora de sumar velocidad en defensa, en jugadas en las que un posible contragolpe pueda sorprender a los centrales, a pesar de que será más común que el central que acompañe en su perfil tenga que vigilar que no se cuele nadie por su espalda.
Aunque algo corto de recursos a la hora de entregar el último pase, sí es un jugador que intenta ganar línea de fondo y dobla a sus compañeros en el extremo, tratando de ganar metros y buscar, después, compañeros para el pase en la zona central del área. Una jugada recurrente que gana importancia por la inclusión en el equipo de un delantero como Weissman, que sabrá qué hacer con ese tipo de balones. Janko sí es un futbolista capaz de asociarse por carril interior, pero tiende a intentar la jugada individual si se ve con metros para intentar el slalom. En definitiva, el Valladolid incorpora a un lateral correcto en defensa pero que dará enteros en ataque, que genera juego vertical con relativa facilidad y que suma kilómetros por hora a la capacidad ofensiva del equipo.
Tras salir del FC Zúrich, donde fue formado, Janko pasó por Manchester United (solo en el equipo reserva), Bolton, Barnsley, Celtic de Glasgow, Nottingham Forest, Saint-Étienne y Young Boys. El salto ahora a LaLiga, parece el más ambicioso desde su paso por la Ligue 1 francesa con el Saint-Étienne de Óscar García, en la que dejó un buen sabor de boca en la defensa junto a Gabriel Silva, Perrin y Subotic, a pesar de perderse el final de temporada. Es en esta última temporada donde su juego se ha visto madurar con más regularidad, siendo pilar fundamental en los planes del Young Boys suizo a los mandos de Seoane.
Una nueva pieza en el Pucela, que Sergio González deberá pulir para encarar una temporada que no ha comenzado con los éxitos esperados tras un mercado ambicioso que no se ha visto, por el momento, convertido en puntos en la competición doméstica, sumando solo dos de doce puntos posibles. Es un lateral derecho más a la nómina de hombres en esa posición que parece empujar a alguno de ellos a la lista de bajas del Valladolid, quedando aún días para que esos movimientos aligeren el abanico de opciones del técnico catalán, que suma con Janko verticalidad, regate y amplitud de juego.