El central ghanés se convierte en la venta más alta de la historia de la entidad blanquivioleta, que percibirá doce millones de euros por el canterano
Real Valladolid y Southampton han puesto fin este miércoles a la largas conversaciones para el traspaso de Salisu a la entidad británica. El central ghanés ya es historia del conjunto blanquivioleta, al que llegó en 2017, tras convertirse en la venta más alta de siempre, puesto que está cifrada en los doce millones de euros que fijaba su cláusula.
El zaguero africano cumplirá su sueño de jugar en la Premier League gracias al permiso especial recibido por los Saints para poder ser inscrito (en Inglaterra las normas relativas a los fichajes extranjeros son restrictivas) un año después de comenzar a asentarse en la élite, algo que hizo con gran rapidez. En total han sido 31 los partidos que ha jugado en Primera División, todos ellos esta pasada temporada, después de debutar en la anterior en Copa del Rey.
Mohammed Salisu ha ido quemando etapas desde que desembarcó en el División de Honor de Víctor Fernández allá por septiembre de 2017. Tanto él como Alberto Marcos apostaron por él y por su llegada desde la African Talent Football Academy de Fran Castaño, y no defraudó; pronto, en enero de 2018, debutó con el Promesas a las órdenes de Miguel Rivera. Los pecados de juventud y la falta de experiencia en un fútbol como el español no se le notaron en demasía y consiguió ser importante y ganarse el derecho de intentar asomar en el primer plantel. La salida de Calero favoreció que así fuera; el pasado verano convenció a Sergio y, muy pronto, a la globalidad del mundo del fútbol, gracias a unas condiciones que le permiten dar un paso más en su carrera dejando atrás un traspaso millonario.
Su cariño y agradecimiento hacia el Real Valladolid fueron reflejados en esta carta de despedida difundida en sus redes sociales:
En mi país, Ghana, se dice que «nadie comprueba la profundidad del río con los dos pies», no sé si por el miedo a que la profundidad sea muy grande y puedas ahogarte. Pero yo, que nací en Kumasi, jamás he dado un paso pensando en lo malo que podía pasarme.
El fútbol ha sido y es todo para mí, además de la única vía para mejorar mi vida y la de mi familia. Por este motivo, cada oportunidad o tren que ha pasado lo he cogido, tan solo, pensando en si me llevaría más cerca de mis sueños. Así, en octubre de 2017 uno de esos trenes me llevo a Valladolid. Un nuevo idioma, una nueva cultura e, incluso, un nuevo clima, porque aquí me di cuenta de lo que es el frío.
Desde ese día todo ha pasado muy rápido. Juvenil A, Promesas y, enseguida, me llegó el tren del primer equipo. En muy poco tiempo pasé de jugar en campos de tierra a entrenar y jugar con futbolistas a los que veía por la televisión a miles de kilómetros. La adaptación no ha sido tan sencilla, especialmente para un chico muy joven para el que incluso acababa de descubrir una “máquina” en su cocina que lavaba los platos sola.
Escribo esta carta para, en primer lugar, agradeceros a todos el apoyo constante desde el día que llegué. A todos los jugadores, trabajadores, entrenadores con los que he compartido equipo y tiempo en la Residencia. A todos los empleados del Club, a mi entrenador, Sergio, por darme la oportunidad de jugar en Primera División a un futbolista sin experiencia como yo. A mis compañeros por hacerme mejor y confiar en mí desde el primer día. También al presi, Ronaldo: para mí ha sido un auténtico lujo y un sueño jugar para alguien que es un mito en el fútbol, además de por su cercanía. A la afición, por respetarme, por vuestra paciencia, cariño y ánimos en todo momento; me habéis empujado para que mi confianza fuese mayor cuando jugaba y a sentirme querido en el campo y en la calle. No me quiero olvidar de mi familia, a la cual echo de menos porque son todo para mí y siempre me están apoyando desde la distancia. Gracias a mi agente Juan mata y a mi academia en África, la cual me dio la oportunidad de venir a Europa, African Talent Football Academy.
Otro tren se me presenta, y vuelve a acercarme a mis sueños, jugar en la Premier League. Esta vez lo hago pensando mucho en lo que dejo. Vine siendo un niño y me marcho mucho más maduro. Lo hago esperando que me recordéis como una buena persona y un gran profesional que fue muy feliz dejando todo de su parte para defender y estar a la altura de la camiseta de un club histórico como este. Nuestros caminos se separan, tengo claro que siempre os llevaré conmigo y ojalá algún día volvamos a encontrarnos sabiendo que a todos nos ha ido muy bien.
Muchas gracias
¡¡¡Aúpa Pucela!!!