El Pucela cayó por tres a uno en Ipurua en un choque en el que fue superior en varias fases del partido

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El Real Valladolid cayó derrotado por tres a uno frente a la SD Eibar en el último partido como visitante esta temporada. Los blanquivioletas mostraron dos caras durante el choque en Ipurua, ya que alternaron buenos momentos de juego con otros en los que no terminaron de encontrarse cómodos en el verde.
Arrancó el partido con los minutos rigurosos de tanteo. El Pucela y el conjunto armero midieron fuerzas poco a poco, con respeto, por miedo al fallo que pudiera propiciar un gol en contra. Ni Ünal ni Moyano llegaron a rematar un saque de esquina botado por Hervías que supuso el primer gran acercamiento de los blanquivioletas.
Sandro también lo intentó en una internada en el área, pero Yoel consiguió desbaratar la ocasión. Lejos de amilanarse, el cuadro eibarrés intentó sorprender a los vallisoletanos. Un latigazo de Inui desde casi el centro del campo obligó a que Caro tuviera su primera intervención del partido, blocándolo sin complicaciones.
Tras cinco saques de esquina para los pucelanos, los azulgranas tuvieron su primera oportunidad desde el córner. Y no lo desaprovecharon. Pedro Bigas se adelantó a la zaga para cabecear el centro de Pedro León y adelantar a los vascos en Ipurua.
Cerca de la media hora, a Caro se le atragantó el sushi. El guardameta blanquivioleta resbaló en el arranque para coger una pase comprometido hacia atrás de Fede San Emeterio y se aprovechó Inui. El japonés recuperó el balón y alojó la pelota en la portería tras hacer una pequeña conducción.
El Eibar siguió remando para aumentar la ventaja. De Blasis puso un centro desde el lateral que cabeceó Pedro León, pero el remate del capitán de los vascos salió fuera tras golpear en la madera. La última ocasión de la primera mitad corrió a cargo de Matheus. El brasileño mandó fuera un córner poco antes de que el colegiado decretase el final de la primera mitad.
Tras el descanso, Sergio González movió el banquillo. Toni Villa dejó su puesto a Sergi Guardiola, y el Real Valladolid pasó a contar con tres puntas de lanza para intentar recortar distancias. Sin embargo, los guipuzcoanos continuaron con una marcha más. Un nuevo balón parado volvió a generar peligro en las filas blanquivioletas, y un córner botado por Pedro León se envenenó y obligó a que Caro interviniese para despejar el intento de gol olímpico del murciano.
Volvía a avisar el cuadro azulgrana. Una internada desde el lateral terminó con un balón muerto en el área que obligó a la zaga vallisoletana a despejar para evitar el tercer tanto. Poco después, Álvaro Tejero disparó desde fuera del área y el balón salió alto.
En el ecuador de la segunda mitad, Sergio dio entrada a Samu Pérez, que sustituyó a Caro. A lo largo de estos minutos, el Eibar fue superior, aprovechándose de las pérdidas en la medular del Pucela para crear peligro al conjunto vallisoletano.
Guardiola hizo el tanto del honor
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Cerca del minuto setenta, Yoel arrolló a Ünal y el arbitró señaló penalti. Sergi Guardiola se pidió la pelota, pero el guardameta vigués detuvo la pena máxima. Sin embargo, el mallorquín se hizo con el rechazo y la coló en la portería tras hacerle un caño al cancerbero.
Con el tanto, el cuadro vallisoletano se reactivó. Nacho se adentró en el área y la puso para los delanteros, pero el balón salió fuera tras golpear en el brazo a Esteban Burgos. En el córner, Javi Sánchez mandó la pelota al lateral de la red en una nueva oportunidad de marcar a balón parado.
Siguió remando el Real Valladolid. Poco antes del minuto ochenta, Sandro intentó cazar un remate, que terminó con el guardameta del conjunto armero metiendo el guante para evitar el tanto. El canario volvió a tenerla un minuto después, pero el portero de los azulgranas la blocó sin complicaciones. En un nuevo córner del Pucela, Nacho recibió en la frontal muy liberado. El carrilero la controló y disparó sin pensárselo dos veces, pero volvió a aparecer Yoel para mandar la pelota fuera.
Acto seguido, Ünal lo intentó de nuevo. El turco cabeceó un balón medido al corazón del área que puso Nacho desde el lateral. Y ahí estaba de nuevo Yoel para despejar la pelota y sostener a los locales. Sergi Enrich quería sumarse a la fiesta e intentó encontrar el tercero para los suyos, pero el balón salió fuera tras golpear en el lateral de la red.
De nuevo, cuando mejor estaba el Pucela, recibió el mazazo final. En el minuto noventa, el árbitro señaló penalti de Nacho a Charles y De Blasis se colocó en los once metros. El argentino engañó a Samu Pérez y envió la pelota a la derecha para colocar el tres a uno en el casillero.
Finalmente, el resultado no se movió y los eibarreses se hicieron con los tres puntos en la despedida de Ipurua por esta temporada. El Real Valladolid se mostró irregular, atravesando momentos de buen juego con otras fases en las que sometió a los locales.