El mediocentro, que llegó a ser cuarto capitán del Real Valladolid, busca en la tercera división portuguesa el trampolín que le permita volver a la élite
Trofa es una pequeña localidad del norte de Portugal. A la sombra de Porto, una de las grandes urbes lusas, y rozando con los viñedos de los municipios vecinos, esta villa de cerca de 20.000 habitantes se ha convertido en el refugio de un viejo conocido del Real Valladolid: André Leão.
El parón por coronavirus le pilló recién llegado las filas del CD Trofense, de la tercera división portuguesa, tras estar varios meses sin equipo después de su regreso al Paços Ferreira, en el que se había formado y desde el que había llegado al Pucela.
El ‘León de Freamunde’ tendrá que esperar a la próxima campaña para poder mostrar sus cualidades, toda vez que la Federación Portuguesa de Fútbol ha dado por concluidas las competiciones no profesionales, entre las que se incluye el Campeonato de Portugal en el que está encuadrado el Trofense. De este modo, el mediocentro deberá posponer su vuelta a la Primera o Segunda portuguesa, objetivo que se marcó este invierno, tal y como explicó en un medio luso.
Conseguir esa meta supondría el regreso de André Leão a un fútbol profesional del que ya había disfrutado. Formado en el SC Freamunde de su ciudad, dio el salto al filial de FC Porto antes de recalar en el Beira-Mar. Tras su paso por el club aurinegro puso rumbo a Rumanía para enrolarse en las filas del CFR Cluj. Allí estuvo dos temporadas y media, en las que conquistó la liga y la copa. Sin embargo, su participación fue decreciendo con el paso de los meses, por lo que volvió a Portugal.
El Paços de Ferreira se hizo con sus servicios en el mercado invernal de la 2009/10. Tras cuatro temporadas y media en la máxima categoría del balompié luso, en las que ‘os castores’ hicieron historia al clasificarse para la Champions League, el mediocentro volvió a hacer las maletas y, en verano de 2014, llegó al Real Valladolid. De la mano de Rubi, llegó para reforzar el centro del campo tras el descenso a Segunda División.
En las tres campañas que pasó como blanquivioleta, el ‘León de Freamunde’ disputó 107 encuentros entre liga, Copa y play-off de ascenso. En la medular alternó con varias parejas de baile, como Álvaro Rubio, Sastre o Joan Jordán, y siempre ofreció un nivel notable. Sin embargo, y pese a ser indiscutible para todos los técnicos, en su ‘debe’ quedan los tramos finales de las temporadas, en los que los bajones físicos le pasaron demasiada factura.
Con todo, en ninguno de sus tres años en el Pucela bajó de los 2.000 minutos. Su importancia en el verde se extrapoló al vestuario en la 2016/17, su tercera y última temporada, en la que fue elegido cuarto capitán por detrás de Moyano, Rafa y Juan Villar. Aunque tenía contrato hasta 2019, en verano de 2017 abandonó la ciudad del Pisuerga por un grave problema familiar que le obligó a regresar al Paços. No obstante, aún volvió a pisar una vez más el José Zorrilla en el Trofeo Ciudad de Valladolid.
Su segunda etapa en el club que le había visto crecer como jugador no fue, ni mucho menos, todo lo satisfactoria que la primera. En la 2017/18, ‘os castores’ descendieron a Segunda y, al año siguiente, André Leão se redujo su salario a la mitad para ayudar a la entidad en su regreso a Primera. Este curso, y tras hacer la pretemporada, el Paços Ferreira dio por finalizado su contrato el último día del mercado estival, por lo que se quedó sin equipo hasta la ventana invernal. Así estuvo hasta que en su camino se cruzó el CD Trofense, con el que ‘El León de Fremunde’ busca el trampolín que le permita volver a rugir en el fútbol profesional.