Los rojiblancos acaban la primera mitad del curso fuera de los puestos de descenso, pese a haber pasado una mala racha de resultados y problemas en defensa y en ataque, gracias a su mejoría en los últimos encuentros

El Atlético Tordesillas alcanza el ecuador de la temporada fuera del descenso, a pesar de la mala racha que tuvo de once partidos consecutivos sin ganar; los siete últimos, derrotas.
En los primeros encuentros de liga tocaron techo al alcanzar el sexto puesto en la segunda jornada; pero, cuando la tabla se empezó a estabilizar, las cosas se torcieron para los de Santi Sedano. Fueron cayendo en picado y llegaron, incluso, a colocarse en penúltima posición, aunque repuntar y salir del descenso antes de acabar la primera vuelta.
Sin centrales no hay paraíso
Los problemas que tuvieron los rojiblancos para fichar un central en verano se han manifestado durante la primera mitad temporada. El equipo solo contaba, como jugadores puros en esa posición, con David Gómez y Escribano.
El primero, cedido por el Real Valladolid, no pudo debutar hasta la décima jornada por una lesión de rodilla, mientras que el zamorano no acabó de convencer a Santi Sedano y jugó por última vez en la decimocuarta, por lo que ha abandonado la disciplina tordesillana este mercado invernal.
Todo esto ha obligado a reconvertirse como centrales a jugadores como Abraham o Abel, lateral zurdo y diestro, respectivamente, o a otros como Miguel Intaxusti, mediocentro, hasta su marcha a mediados de noviembre. A pesar de todo, han logrado una cierta estabilidad defensiva en las últimas también, gracias a la recuperación de David Gómez, las grandes actuaciones de Farolo bajo palos y la vuelta de Joni.
Con todo, las estadísticas arrojan un pequeño rayo de esperanza. Los 29 goles encajados en la primera vuelta hacen que la defensa del Torde sea la que menos encaja entre los últimos ocho clasificados, empatada con la del Real Burgos.
Joni y la vieja guardia
El regreso de Joni ha sido de lo más destacado del Atlético Tordesillas en esta primera vuelta. Tras la mencionada marcha de Intxausti, el que fuera el segundo de Santi Sedano ha pasado de ser importante en el cuerpo técnico a serlo nuevamente en el verde, ya que su ‘redebut’ fue la clave para terminar de ensamblar las piezas de una defensa que cojeaba.
Lleva jugando desde la jornada quince y, con él, los rojiblancos han logrado once puntos de diecisiete posibles, con solo dos derrotas –ante el Zamora, líder, y el Numancia B, cuarto clasificado–. Su vuelta ha insuflado a un vestuario joven el estado de ánimo y la experiencia necesarias para dar la vuelta a una situación complicada.
Junto a Joni, la vieja guardia del Torde ha dado un paso al frente. Farolo, que sigue destacando bajo palos con paradas imposibles; Villa, que ha vuelto a formar con cierta asiduidad como lateral izquierdo; Héctor, fundamental como mediocentro; y Roberto Simón, que continúa siendo un pilar fundamental en ataque, han aportado un liderazgo importante en el resurgir de los de la Villa del Tratado.
Problemas en ataque
La faceta ofensiva ha sido, junto a los problemas con los centrales, el gran lastre de esta primera vuelta. El Torde apenas ha anotado diecinueve goles en veinte partidos, lo que le sitúa con un promedio menor a uno por encuentro, debido, en gran medida, a las ocho jornadas sin ver puerta.
Julio es el máximo goleador del equipo con cinco tantos en su haber. Ha estado a buen nivel durante la primera vuelta y, aunque algunas de sus dianas han sido decisivas, se antojan escasas. Le siguen Rafa y Héctor Vega, que tienen tres cada uno. Por su parte, Veintimilla, que venía de ser el pichichi de la Regional Aficionado, solo pudo marcar en la primera jornada de penalti.
Con todo, el Tordesillas que se ha visto obligado a tener que jugar, incluso, sin delantero, con Asamoah, Campos o Roberto Simón como hombres más adelantados. Así, solucionar los problemas en ataque se presenta como una de las asignaturas a mejorar en el segundo tramo del curso.
En clave blanquivioleta
Los cedidos del Real Valladolid han tenido una participación dispar y un tanto irregular, en la que han alternado periodos de titularidades y una participación recurrente con otros en los que apenas han disputado minutos de juegos. No han encontrado, en definitiva, la regularidad deseada, debido, en gran medida, a las necesidades de un equipo que ha llegado a estar en descenso y que sigue luchando por escapar de los puestos de abajo.
David Sanz y David Gómez ya se han asentado en el once y han tenido protagonismo en las últimas cinco jornadas, pero tardaron mucho en entrar en las alineaciones por problemas físicos. Mientras tanto, Asamoah y Poveda empezaron siendo titulares y ahora parece que han perdido el sitio, pero aun así han disputado un total doce y dieciséis encuentros, respectivamente.
Por su parte, Campos, también con doce partidos jugados, va y viene del once inicial, en que solo ha sumado siete titularidades. Los más asentados en este aspecto son Rafa y Luismi, ya que ambos han jugado dieciséis de los veinte partidos de esta primera vuelta. Esta disparidad de minutos viene motivada por las necesidades de cada momento y por el nivel de adaptación de cada jugador en particular.