El Real Valladolid venció por tres tantos a dos al cuadro madrileño en un encuentro que permite a los blanquivioletas volver a la tercera plaza

Foto: Real Valladolid
Hay partidos importantes en los que se juegan más de tres puntos. Uno de ellos fue el vivido este viernes en Los Anexos entre el Real Valladolid de División de Honor y el Getafe CF. La contienda se saldó con un tres a dos que permite a los de Ricardo López volver a la tercera plaza.
Comenzó el encuentro con los blanquivioletas buscando el gol por todos los medios, mientras que los azulones entraron al partido poco a poco. No se habían cumplido ni diez minutos de juego cuando llegó el tanto. Carrión botó un córner desde la derecha que fue al corazón del área, donde apareció Amoah. El central cabeceó el balón al fondo de las mallas para adelantar a los suyos en el marcador.
Esta jugada hizo despertar a los madrileños y, cinco minutos después, lograron la igualada. Se fueron por banda y la pelota le cayó a Iván, que no dudó y disparó raso al palo largo. Maxi intentó detener el tiro, pero no llegó y uno a uno se instaló en el casillero.
Pasado el primer cuarto de hora, Slavy buscó volver a desequilibrar la balanza. El ‘9’ ganó la posición con el cuerpo a Ortega, se giró y con un disparo a la media vuelta, obligó a Herrero a intervenir. Tras ello, llegó la primera de las tres rojas que mostró Cañibano Arias en el encuentro. Ricardo protestó enérgicamente una de las decisiones del colegiado, y tras un cruce de palabras, expulsó al técnico blanquivioleta.
Tras veinte minutos de partido, los getafenses volvieron a golpear. Álex se internó en el área, recortó y disparó al palo largo. La pelota parecía que iba a salir fuera, pero el poste lo impidió y ayudó al que balón entrara en la portería.
El tanto, lejos de hundir al Pucela, le dio fuerzas. Los vallisoletanos comenzaron a remar para revertir la situación. El primero que lo intentó fue Casado. El lateral disparó desde la frontal, pero lo detuvo el guardameta sin complicaciones.
A tres minutos del final de la primera parte, llegó el último aviso de los pucelanos. Maroto botó una falta desde fuera del área que salió fuera tras golpear en la madera. El choque llegó al descanso tras un primera mitad en el que el Real Valladolid dominaba el juego, pero que no conseguía finalizar bien.
El segundo acto llevó un guion bien distinto. El colegiado se hizo dueño del partido y las tarjetas comenzaron a llegar una tras otra. Entre medias, Slavy siguió a lo suyo y tuvo dos ocasiones claras en seis minutos: la primera, una falta desde la frontal y la otra, con un disparo a la media vuelta, tan característico del delantero blanquivioleta. Poco después, tuvo otra más. Maroto puso un córner desde el lateral y apareció en el segundo palo para rematar, pero su cabezazo salió fuera.
Y quién la sigue, la consigue. El búlgaro presionó a Ortega en la salida de balón y el central cedió mal atrás. Ese error lo aprovechó el atacante para hacerse con la pelota y batir a Herrero sin problemas. Las fuerzas estaban igualadas, pero el Pucela siguió creyendo en la victoria y no cejó en su empeño hasta lograrlo.
Lo consiguió. Iker fue el encargado de demostrar que la fe en el fútbol existe y que si se cree, llega. El lateral botó una falta desde fuera del área que se envenenó en demasía. El balón cogió un efecto que despistó a Herrero, lo que permitió que entrara en la portería sin oposición. El equipo le había dado la vuelta al partido, pero quedaba aún un cuarto de hora de juego.
Cañibano Arias, protagonista
En el último tramo de partido, el choque se volvió muy loco. Pero es en esos momentos en los que triunfan los cuerdos, y la pieza más importante que funcionó fue Palomeque. El central se adueñó de la zaga: estaba en todos lados tapando y cortando las internadas de los madrileños, mientras Cañibano Arias se convirtió en el actor principal.
El colegiado encadenó dos rojas en cuatro minutos. El Getafe vio cómo perdía a Joao, que acababa de entrar, y a Gary, su técnico. Pero su actuación no acabó ahí. Sabedor de que el partido se le estaba yendo de las manos, intentó arreglarlo.
Dos amarillas al Real Valladolid en tres minutos terminaron de caldear el ambiente. Sin embargo, Cadaveira lo aprovechó para sembrar el caos en la banda. El atacante puso la directa, recortó y pasó atrás dentro del área de los visitantes, pero nadie acertó a golpear. Con esta jugada se llegó al final del partido, pero no al final de la tensión.
Entre la grada de los Anexos y el césped se vivió un espectáculo dantesco. Insultos y discusiones hicieron que el partido que acaba de tener lugar escasos minutos antes, quedara en un segundo plano. Finalmente, la situación no pasó a mayores y los blanquivioletas celebraron su victoria y su flamante vuelta al tercer puesto de la clasificación.
Real Valladolid: Maxi; Iker, Amoah, Palomeque, Casado; Carrión (Cadaveira, min. 77), Prada, Maroto, Camilo (Castri, min. 59); Torres (Diego Iglesias, min. 89) y Slavy (Cerro, min. 80).
Getafe CF: Herrero; Heras, Ortega (Joao, min. 78), Cerrato, Alex Rodríguez (Alcaina, min. 22); Nuñez; Seo (Hugo, min. 59), Iván (Torres, min. 44), Miguel, Mario; y Mamor.
Goles: 1-0, min. 6: Amoah. 1-1, min. 11: Iván. 1-2, min. 20: Alex Rodríguez. 2-2, min. 72: Slavy. 3-2, min. 78: Iker.
Árbitro: Cañibano Arias, del colegio castellano y leonés, asistido en bandas por García Noriego y De León Sancho. Amonestó a los locales Carrión, Prada y Castri y a los visitantes Mamor, Ortega, Herrero y Hugo. Asimismo, expulsó a Ricardo, entrenador de los locales, y a Joao, jugador, y a José Luis Mariblanca, entrenador de los visitantes.
Incidencias: Partido correspondiente a la jornada catorce en el grupo V de División de Honor, disputado en Los Anexos ante unos doscientos espectadores.