El central ghanés, una de las revelaciones de esta temporada, llegó para el Juvenil A y, en poco más de un año, dio el salto al primer equipo

Hay recuerdos que, por mucho que pase el tiempo, nunca se olvidan. El partido ante el FC Barcelona es uno de ellos, y quedará grabado para siempre en las retinas de Mohammed Salisu.
El central, de 20 años, celebró en el Camp Nou, aunque con sabor de boca agridulce, sus dos años en el Real Valladolid, donde llegó de la mano de Fran Castaño.
Sergio González decidió que descansara ante el Barça e inició el choque desde el banquillo. Con todo, a la media hora de juego, el técnico le dio entrada en sustitución de Nacho, y volvió a rendir a un buen nivel, sin amilanarse ante Leo Messi.
Como preludio de la celebración, el ghanés fue protagonista en el encuentro ante la SD Eibar gracias a una brillante actuación.
Volvió a hacer gala de su solidez defensiva, que desquició a los jugadores armeros, y anotó su primer gol en Primera División, que sirvió para sentenciar el choque y amarrar la primera victoria del curso en el José Zorrilla.
Salisu comenzó su andadura en el Juvenil A de División de Honor. A pesar de que Víctor Fernández, quien por aquel entonces era el entrenador, le convocó en la novena jornada, no fue hasta la siguiente cuando disputó sus primeros minutos oficiales. El debut fue de sobresaliente, ya que el Real Valladolid se impuso por tres goles a cero al CD Diocesano.
El 28 de enero de 2018, el central escaló un peldaño más en su carrera futbolística y se incorporó a las filas del Real Valladolid Promesas. Esta vez no tuvo el debut soñado, ya que el Coruxo venció por dos goles a cuatro. Tras disputar un total de trece encuentros–cuatro victorias, seis empates y tres derrotas–, en los que rindió a un nivel espectacular en Segunda División B, el ghanés dio el salto al primer equipo en la campaña 2018/19.
En la ida de los octavos de Copa del Rey, Sergio González decidió darle una oportunidad y le incluyó en el once titular frente al Getafe en el Coliseum Alfonso Pérez. Sali, de 1,90 metros de estatura, y Joaquín formaron la pareja de centrales que sustituyó a Calero y Kiko Olivas, titulares indiscutibles en liga. Pronto mostró ese poderío físico que tanto le caracteriza al plantarse delante de sus adversarios con dureza y sin temblarle el pulso. Sin embargo, el zaguero tuvo ciertas acciones precipitadas y dio muestras de nerviosismo.
Ante la salida del Fernando Calero al Espanyol en este mercado de verano, Sergio no dudó en contar con él para el primer equipo. Así, el de Ghana disfrutó de su primer partido con la vestimenta blanquivioleta en la máxima categoría del fútbol español en la victoria por 1-2 ante el Betis, en la primera jornada del campeonato. Fue el principio de lo que se prevé una exitosa carrera futbolística.
Pese a que no pudo completar el partido ante el Espanyol por un fuerte tirón en el muslo que le obligó a retirarse en el 64’, el zaguero es uno de los jugadores que más minutos está disfrutando, tan solo superado por Masip, Kiko Olivas y Óscar Plano.
Aunque no todo iba a ser un camino de rosas. La actuación en el partido ante el Villarreal puso en duda la figura del ghanés, que fue objeto de crítica ya que, en el minuto 76, su impulso le llevó a derribar a Ontiveros en el área y cometer el penalti que a la postre sería el primero de los dos goles recibidos. A pesar de ello, el técnico blanquivioleta siguió confiando en él y le aconsejó sobre cómo debe actuar para seguir progresando. «Sergio me pide que sea agresivo fuera del área y que dentro esté más calmado» afirmó el futbolista en rueda de prensa.
Sin duda, Kiko Olivas y Salisu están siendo la pareja de centrales de moda, ya que su solidez defensiva ha situado al Real Valladolid como el tercer equipo que menos goles recibe. Poco a poco, Mohammed Salisu se está ganando un puesto en el corazón de la hinchada vallisoletana y ante el FC Barcelona volvió a demostrar que hay central para rato.