El alcalde de Íscar ya vaticinaba que este torneo acabaría en una gran ciudad debido a que un municipio como el suyo no tiene la capacidad económica como para poder sacarlo adelante
La marcha de la Íscar Cup fuera de Valladolid sigue suscitando interés. Y no es para menos. En este caso, el alcalde de Íscar, Luis María Martín ha atendido a los compañeros de #HacemosCantera en Radio Marca Valladolid para explicar primero por qué se marchó este torneo de su municipio y por qué se ha ido ahora de la provincia.
Al regidor no le ha sentado «muy bien» la decisión de que la Íscar Cup se celebre en Tres Cantos en 2020, aunque siendo sincero, reconoce que ya lo veía venir. «Siempre hemos dado por sentado de que esta competición acabaría en una gran capital y así ha sido. Yo me he enterado por la prensa y estoy desilusionado porque habíamos puesto los medios disponibles para que se quedara aquí», explicó.
Luis María Martín se remonta al primer año que no se celebra en Íscar, lo que supuso un verdadero «jarro de agua fría» porque desde el Ayuntamiento se enteran por terceras personas de esta situación. Martín asegura que «una de las partes» no puso más interés en que allí tuviera lugar. Una Semana Santa coincidió este torneo con una competición de balonmano y al año siguiente, podría pasar lo mismo. Desde el consistorio aseguran que la «Íscar Cup siempre tuvo prioridad» para ocupar la Residencia Juvenil, pero asegura que nunca hubo respuesta. «Nos pusieron todas las pegas del mundo, sobre todo porque querían que todos los equipos se hospedaran juntos», apuntó.
Al año siguiente, desde Íscar querían recuperar su competición insignia, pero «la empresa organizadora pidió unas cantidades ingentes de dinero» que el municipio no podía «soportar». «No se llegó un acuerdo y fue cuando se marchó a Tordesillas. En la primera reunión se habló de 100.000 euros y no podíamos hacer ese desembolso. Cuando una empresa te viene con esas pretensiones sabes que se va a marchar a un sitio grande», reconoció.
Para Luis María Martín, la salida más dura fue la del primer año, por todos los juicios de valor que la gente emitió sin conocimiento de causa. «Los comentarios que se oían no se ajustaban a la realidad, eran bulos, hasta que se demostró que el Ayuntamiento no tenía la más mínima culpa. Lo de Madrid tampoco ha extrañado tanto. Estaba predestinado a que acabara en una gran localidad por medios técnicos, económicos e instalaciones», explicó claramente.
Por último, y lo que sigue en manos del consistorio iscariense es el mantenimiento del campo de fútbol de hierba para la disputa de los partidos del CD Íscar. Martín afirmó que es un tema que «se está trabajando» para que el terreno de juego se recupere cuanto antes.
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