El atacante de la UD Sur es el máximo goleador de la competición con nueve tantos en cuatro partidos
‘Capocannoniere’, pichichi, artillero… Hay muchas maneras de denominar al máximo goleador de un equipo. Sin embargo, este título tiene nombre y apellidos en la UD Sur y en Liga Nacional: Iván Ayllón.
El atacante de los encarnados está de dulce y suma ya nueve en dianas en cuatro encuentros, superando su cifra goleadora de la temporada pasada: siete goles en treinta partidos. Además, el extremo asegura que se encuentra «muy bien» y siente que puede «hacer mucho más» que años anteriores.
Gracias a su desempeño, los vallisoletanos siguen en la cabeza de la tabla y están segundos a dos puntos del líder, el Real Valladolid B.
Pero esta situación puede cambiar el próximo fin de semana, ya que ambos se enfrentarán en un partido para el que los del Felicísimo están «muy centrados» y «convencidos de que no se va a escapar» esta oportunidad.
Por el momento, la víctima que más lo ha sufrido este curso ha sido el Zamora CF. El ’11’ anotó cuatro tantos en los Anexos al Ruta de la Plata en una tarde que quedará en el recuerdo para el atacante, gracias a un partido «muy serio de la defensa y del centro del campo».
Asimismo, la pasada jornada consiguió anotar dos goles para conseguir el empate ante el CD La Charca. El primero, según él mismo explicó, fue «una recuperación en su campo con un pase de Moli entre líneas», tras el que se encontró «con un mano a mano ante el portero» que aprovechó para batir a Daniel.
El dos a dos definitivo fue desde los once metros, en el tramo final del encuentro. El extremo consiguió engañar al cancerbero y envió el balón a la derecha de este, lo que sirvió para que los pucelanos se llevasen un punto de vuelta al Felicísimo.
Mucha culpa de este buen rendimiento que está teniendo el jugador es de su entrenador, Alfonso Rodríguez. El técnico admitió que Ayllón ha recuperado «el nivel de forma» que le faltó en el final de la pasada campaña. También destacó la madurez que tiene actualmente, lo que le ha permitido «adaptar su posición» y «sacar rendimiento a las jugadas de finalización de extremo».
El encarnado, al que le sobra confianza, afronta junto con sus compañeros, un test de altura en el choque con el Real Valladolid B. En palabras de su entrenador, el equipo «está bien, pero le falta una prueba de fuego«, la cual será este primer derbi del curso, que servirá para ver «hasta dónde se podrá competir». Los blanquivioletas, por su parte, no tienen nada que ver con el equipo de estos años pasados, pero sin duda será un «partido muy igualado» en el que el gato al agua se lo llevará el que «menos errores cometa».
Además, el pichichi de la Sur ha coqueteado con otras posiciones, como la de punta, en los partidos ante el Burgos Promesas y el Diocesanos. De igual forma, su acierto a balón parado ha sido clave, con un gol de falta y el ya mencionado de penalti.