El técnico del Real Valaldolid destacó la «entereza» mostrada por los suyos, alabó el partido de Salisu y transmitió «tranquilidad» a Sandro tras su fallo

«Ha sido un punto más que merecido». Así de contundente se mostró el técnico del Real Valladolid, Sergio González, tras el empate de los suyos ante el Atlético de Madrid. El catalán ensalzó el trabajo de sus pupilos y destacó el nivel al que disputaron los noventa minutos.
«Los chicos han hecho un partido tremendo. Hemos competido a un nivel muy alto y enfrente teníamos a un equipo muy fuerte. El Atleti compite muy bien y es solidario: me gusta que nos reflejemos en ellos. Hemos salido sabiendo qué rival nos esperaba y qué nos jugábamos», aseguró.
Aunque reconoció que la igualada le deja una «sensación agridulce», ya que el penalti marrado por Sandro hubiera «hecho justicia», el catalán subrayó la «entereza» mostrada por el Pucela, lo que ha hecho que los blanquivioletas fueran «dignos competidores».
Tal y como él mismo reconoció, el poso adquirido la temporada pasada es un plus a la hora de afrontar este tipo de encuentros. «Un año en Primera te suma mucho. El bagaje es muy importante y eso los futbolistas lo están asimilando y metiéndoselo en la mochila. El año pasado jugamos estos partidos mejor, peor o igual y no sumamos ningún punto», recordó.
Donde también se notó el cambio fue en la actitud. «Intentamos ir siempre a por el partido por nosotros mismos, ya que tenemos que ser capaces de ser protagonistas en casa. Es verdad que entre el 65 y el 75 hemos reculado un poquito pero los futbolistas han estado cómodos. Hemos tenido momentos muy bonitos de juego».
Asimismo, Sergio achacó el punto al buen hacer de los suyos, que lograron desconectar el potencial de los colchoneros. «Los hemos minimizado y los hemos sacado del partido con nuestra intensidad. No hemos tenido la sensación de dejarnos dominar y eso ha sido más mérito nuestro que demérito suyo», apuntó.
La nota negativa sigue estando en el ataque donde, además de la pena máxima desaprovechada, Guardiola, Ünal y el propio Sandro se tienen que «quitar la ansiedad». «Nos falta tranquilidad, tenemos que templarnos. Nos van a dar mucho y ahora tenemos que ayudarles a resetear y quitarse la energía negativa del gol. Estamos exigiendo mucho a nivel defensivo a los dos puntas y quizás matizando eso podamos darles más metros. Vamos a hacer lo de siempre: ser fuertes atrás y, poco a poco, mejorar lo de arriba».
El catalán también hizo referencia al VAR, que intervino en la acción del penalti, y a la labor del colegiado, que sancionó prácticamente cada acción con una tarjeta amarilla. Incluso Sergio se llevó una en una acción en la que casi acaba arrollado por Waldo y Trippier. «Ha sido un partido muy al límite, con mucho contacto, y las tarjetas forman parte de eso. Es verdad que algunas faltas nuestras no han sido para tanto, pero también a Joaquín le ha podido echar la segunda. El árbitro intenta hacerlo lo mejor posible, aunque la mía sí que no es porque casi me revientan», bromeó.
Con este empate, el Real Valladolid afronta el parón de selecciones con diez puntos, un «buen botín» en opinión del míster. «Las sensaciones siguen siendo mejores que los puntos, sin desmerecerlos, así que no podemos bajar de esa intensidad. A partir de ahí, todo lo que sea crecer, mejor. Tenemos una semana tranquila para recuperar a los futbolistas, limpiar la cabeza y alcanzar ese tono físico que queremos».
Sali y Sandro, la cara y la cruz
Pese a que en su filosofía siempre prima la fuerza del grupo, Sergio González no pudo evitar analizar de manera individual el desempeño de alguno de sus pupilos. Sobre Sandro, que sigue sin marcar una semana más, el mensaje es claro: «que resetee».
«Nosotros le exigimos que compita, que corra, que combine, que acelere, que presione… Está haciendo todo bien menos esa efectividad de cara a puerta. Tiene que estar tranquilo porque sus compañeros y el cuerpo técnico estamos de su lado y no hay mayor confianza que esa. Lo que ha pasado ya no suma y está más que preparado para darle la vuelta a la situación. Estamos encantados de tenerle y ojalá que lo solvente pronto», subrayó.
La cara de la moneda la protagonizó Salisu, que otra vez rindió a un nivel excelente. «Tenemos que ayudarle, corregirle, enseñarle y educarle, porque lo demás lo está haciendo el solo en el campo. Está comiéndose las etapas: tiene los mecanismos automatizados del año pasado y este ha explotado. Tiene que seguir como lo está haciendo y mejorar un poquito más con el balón porque defensivamente está mucho más solvente y templado».
Al lado del ghanés también brilló Kiko Olivas, con el que el cuerpo técnico esperó hasta el final para ver si estaba recuperado de sus molestias en el tobillo. «Ha probado antes del partido porque las sensaciones eran buenas sin balón, pero apuramos hasta que lo tuvo y el tobillo está bastante bien», explicó Sergio.
Por último, el catalán hizo referencia al partido de Joaquín, que no desentonó en el centro del campo y fue uno de los más destacados. «No juega porque hay que jugar con once. Se merece más minutos, pero igual que otros compañeros que no están jugando, que están enfadados y con cara regular a pesar de estar contentos por el punto. Forma parte del fútbol y hay que gestionarlo, pero le agradezco el esfuerzo porque el ser profesional es estar a tope para dar un buen rendimiento cuando el míster lo requiere», finalizó.