El lateral del Real Valladolid alegó que están a muerte con Sergio González y que hay «muchas ganas de sacar esta situación hacia adelante» y para ello el equipo «tiene que ser fuerte» en estas siete finales

El Real Valladolid volvió a los entrenamientos después de la derrota ante el Sevilla, que le sitúa decimoséptimo en la tabla con treinta puntos, empatado con el Villarreal, conjunto que se encuentra en estos momentos en puestos de descenso. En la sesión matutina estuvieron los filiales Apa, Mario, Miguel y Samu.
Además, la buena noticia del día fue la vuelta a los entrenamientos de Toni Villa. En cambio, Antoñito, Cop, Plaza, Luismi y Hervías siguen con sus respectivas recuperaciones. Tras la sesión, Javi Moyano atendió a los medios de comunicación.
El capitán disipó toda duda sobre la relación que hay entre la plantilla y Ronaldo, presidente y máximo accionista de la entidad, saliendo al paso de las publicaciones recientes que hablaban de un distanciamiento: «Desde que llegó ha tenido siempre la misma actitud con nosotros, sea cual sea el resultado. Podría evitar la pregunta, pero sentimos al 100% su respaldo. No ha cambiado nada desde que llegaron».
El jienense aclaró que tras la derrota ante el Sevilla el equipo está «fastidiado», con la sensación de que hizo «cosas buenas» para que el resultado no fuera el que se dio. «Cuando pierdes 0-2 tienes que sacar conclusiones negativas, pero también fortalecer las positivas. A partir de ahí hay que trabajar y analizar lo que se está haciendo mal e intentar evitarlas», comentó el lateral.
Una de las cuestiones más hechas estas últimas semanas es si el Real Valladolid conseguirá mantener la categoría o si es el candidato que más opciones tiene de caer en descenso, a lo que el capitán contestó lo siguiente: «No, porque hay equipos que piensan que no están metidos en esa lucha y se pueden ver inmersos. Lo complicado empieza ahora. Estamos contra la pared, no hay más espacio para recular. Solo hay que pensar que tenemos de nuevo un partido en casa, porque seguimos dependiendo de nosotros mismos».
Los blanquivioletas siguen siendo tras 31 jornadas el equipo menos goleador de la categoría, un lastre que le ha hecho no conseguir todos los puntos que quería. «En esta categoría, todos saben que a lo largo de los noventa minutos van a tener su momento. Nosotros lo hemos tenido ante los grandes, los de media tabla y los de descenso. Hay veces que lo hemos sabido aprovechar y materializar alguna y jugar a favor. Pero también hay que saber jugar en defensa cuando el momento es de los otros», argumentaba el jienense.
Al no conseguirse la victoria o al menos el empate ante el Sevilla más de un aficionado ha pedido ya la cabeza de Sergio González, pero el vestuario está más unido que nunca con él. «Le veo fuerte y con muchas ganas. Aunque sea difícil, hay muchas ganas de sacar la situación hacia delante. Dependemos de lo que nosotros seamos capaces de hacer. Saldremos de esta situación con la fortaleza del grupo», alegó.
También tuvo tiempo para hablar del partido ante el Sevilla. «Sin ser un gran partido, hay momentos muy buenos del equipo, generando ocasiones muy claras, y momentos que parece que sacamos esa parte fea. Pasas del 100% de confianza al 10%. A pesar de ello consigues rehacerte y, cuando mejor estabas, aparece el zarpazo del Sevilla en una acción individual en los minutos finales. Ya no hay nada que perder», comentó el lateral.
Uno de los principales problemas percibidos son las jugadas a balón parado, aunque Moyano no cree que hayan «recibido muchos goles» de esta manera. «Los equipos tratan de sacar sus virtudes a relucir. Creo que estamos sufriendo lo mismo que durante toda la temporada. Son acciones que duran tres o cuatro segundos y que muchos equipos sacan partidos de ellas. A nosotros, en cambio, nos cuesta bastante».
Si se echa la vista atrás, el Real Valladolid no consigue ganar en casa desde el 27 de enero ante el Celta, ahora fuera de los puestos de descenso. A la larga puede ser un problema no ganar en tu propio feudo. El equipo está «en deuda» con esa gente que quiere ver una victoria en casa. «Eso, en momentos puntuales del partido, nos está jugando en contra y no estamos sabiendo llevarlo», reconoció el capitán.