La videotecnología riza el rizo y deja al Real Valladolid sin dos puntos por un fuera de juego inaudito, el tercero que le anulan en lo que va de curso por estorbar. En total, van once anulados por posición antirreglamentaria

El VAR venía a hacer justicia, decían. El VAR debe entrar en las jugadas claras y en los errores manifiestos, decían. Y de repente llega el Real Valladolid y ve cómo contra la Real Sociedad le anulan un gol por tercera vez por un presunto fuera de juego inaudito. La directriz es la que es; si hay una posición antirreglamentaria dentro del área pequeña que pueda interferir en un campo de acción o visión debe ser señalada, aunque no se suelen dar esas acciones. Salvo si eres el Pucela.
Si eres el Pucela te encontrarás en la jornada veintinueve con tres goles anulados por ello después de que el árbitro pasara por esa pantalla a la que maldice una afición que cantó los tres tantos: el de Toni frente al Sevilla, el de Óscar Plano frente al Levante y el de Kiko Olivas que venía a dar la victoria a los blanquivioletas frente a los donostiarras. La interpretación del colegiado, en los tres casos, ha variado después de analizar la acción en el vídeo. Y ninguna de las tres eran errores flagrantes.
En este último supuesto, se supone que Plano, en fuera de juego posicional, interfiere en la posibilidad de que el defensor pueda despejar. ¿Cómo deben actuar entonces los futbolistas? ¿Pueden volatilizarse acaso? ¿Deben desaparecer las ‘melés’ del fútbol? ¿Pueden hacerlo, abandonar la zona en la que influenciar sobre la jugada? ¿Los barullos en el área pueden desaparecer? Y sobre todo, ¿podría realmente el defensa despejar ese balón?
Efectivamente, la respuesta a la última cuestión es interpretable. Pero la pelota parece estar dentro de la portería, por lo que el despeje nunca habría sido ganador. Como el gol anulado al propio Óscar Plano cuando Ünal andaba por allí, como el del turco que no subió frente al Sevilla porque decían que Toni molestaba, el grito sagrado fue ahogado. La afición blanquivioleta, cansada, cree que, como interpretaron los árbitros que hicieron sus jugadores, #estorVARmos.
Undécimo gol anulado… y otra vez Alberola Rojas
El tanto de Kiko Olivas es nada menos que el undécimo anulado en lo que va de curso por fuera de juego (ojo: algunos bien, no todos cuando menos dudosos como este). Uno contra el Barça, otro ante el Levante y contra el Villarreal, dos ante Huesca y otros dos ante el Sevilla, uno frente al Levante, dos contra el Real Madrid y el de este domingo frente a la Real Sociedad. Casi nada.
Además, es la séptima vez que el VAR falla en contra del Pucela, por una sola a favor: contra el Eibar. El colegiado, Alberola Rojas, acudió por segunda vez esta temporada a la pantallita de Zorrilla, después de hacerlo en Copa del Rey en otra jugada al menos gris en la que Hugo Duro se fue al suelo tras dejar el pie ante Antoñito. Entonces pitó penalti para el Getafe. Lo de este domingo ya lo saben.