Jugadores, entrenador y hasta Ronaldo han destacado en las últimas semanas la unión existente en el vestuario del Real Valladolid como una de las claves del buen rendimiento

La victoria del Real Valladolid frente a la SD Huesca fue una buena ocasión para recordar una de las claves del ascenso y de este inicio de temporada. Ronaldo y Míchel se encargaron de recordarlo y destacarlo tras el partido. Sí, esa «gran piña» que permite la «unidad» dentro y fuera del campo.
«La unidad que demuestran en el campo y fuera, tenemos un ambiente fantástico con el grupo», aseguró el brasileño. Y es que, pese a que lleve poco más de un mes en el club blanquivioleta, ya conoce cómo funciona el equipo.
Una clave que ya fue muy importante la pasada temporada, puesto que el grupo no se deshizo a pesar de la mala gestión que protagonizó Luis César Sampedro; algo que quedó demostrado con la llegada de Sergio González. Precisamente, el entrenador aterrizó en Zorrilla con el objetivo de unir a la plantilla y, a partir de ahí, crecer.
Mimbres había en el vestuario y ‘solo’ tuvo que encajar las piezas del puzzle –casi en tiempo récord– para empezar a sumar. Uno retoques por aquí, otros por allá y a sacar músculo para remar todos en la misma dirección. Porque el fútbol no solo es que la pelotita entre; ese es el paso final. Antes hay que construir el camino del gol y el técnico catalán lo dibujó desde la unión.
Una piña que tuvo forma desde hace tiempo, lo que permitió al Pucela llegar con vida a final de curso, y que terminó de crearse en abril. El buen rollo en el vestuario se hizo más visible por esa época, y no es que antes se llevaran a matar, pero sí es cierto que las aguas se calmaron cuando pasó la tempestad.
Precisamente, uno de los pilares importantes en el vestuario es Míchel, que ha sabido hacer valer su condición de capitán. «Sabemos de nuestras limitaciones, pero somos una gran piña, un grupo y eso es lo que nos da la compenetración en el campo para ganar», expresó después de la victoria del pasado domingo.
Si la conexión es buena fuera del campo, lo será dentro de él. Eso es algo que ha demostrado –y sigue haciéndolo– un equipo que no cuenta con los recursos económicos de otros, pero que sí tiene una gran clave para salir adelante: La piña de Zorrilla.